Llama Arzobispo a fortalecer la fe ante crisis

En la Catedral Metropolitana abarrotada de fieles católicos, el jueves el nuevo Arzobispo de León Alfonso Cortés Contreras, presidió por primera vez una de las ceremonias litúrgicas más importantes de la Iglesia: la consagración de los santos óleos.
El prelado dijo en su mensaje que se vive una crisis antropológica y de valores, y exhortó a los fieles católicos a fortalecer su fe.
El pastor de la Diócesis de León dijo que estaba feliz de volver a reunirse con la grey católica y los sacerdotes de la Diócesis y el obispo auxiliar que lo acompañaba, Juan Frausto Pallares.
El Arzobispo, quien tiene estudios en Antropología Teológica y Cultural, habló en la homilía sobre la crisis de valores.
Destacó la falta de formación del pueblo católico, y la ignorancia es una de las principales causas por las que se asientan las sectas y grupos religiosos.
Sin embargo reconoció que cualquier religión que se aprecie de serlo debe tener como fundamento la búsqueda de la verdad, “en la búsqueda de lo que es verdadero concepto de religión”.
El Arzobispo también destacó que la Iglesia hoy debe asumir nuevamente el espíritu de misión; es decir, salir a anunciar el Evangelio, y salir no significa solamente en forma material, sino tener una capacidad de escuchar.
Y uno de los retos de la Iglesia es escuchar a los jóvenes.
“Los jóvenes son una tierra generosa, de explosión realmente de vida entre ellos, y que buscan, que buscan.
“Hoy, indudablemente, estamos ante una situación más difícil, porque hoy la familia no es la primera que educa, no es la Iglesia la primera que educa, sino que es todo el ambiente social, especialmente los medios de comunicación y, pues, a veces lo que en la familia se hace o lo que se hace en la Iglesia”.
La Catedral fue insuficiente para los cientos de feligreses que acudieron el Jueves Santo a la misa crismal, para escuchar el mensaje del Arzobispo.
En procesión solemne los santos óleos fueron llevados en tres ánforas de plata hasta el altar principal de la catedral, donde el Arzobispo los consagró.