Un grupo de migrantes centroamericanos y caribeños realizaron un Viacrucis apoyados por el sacerdote Alejandro Solalinde, en Ciudad Ixtepec.
Al frente de esta procesión estuvo el ciudadano haitiano Wilson Charles Martial, quien representó a Jesús, vestido con una túnica blanca con rojo.
En enero, este indocumentado fue entregado por la Secretaría de Gobernación en custodia al prelado, quien dirige el albergue Hermanos en el Camino.
La procesión partió de las instalaciones del albergue, ubicado cerca de la estación ferroviaria, y recorrió las principales calles de Ixtepec y las vías que diariamente recorre el tren denominado “La Bestia” y que es el transporte de miles de migrantes para atravesar una parte de México en su camino a Estados Unidos.
En esta representación del Viacrucis participaron alrededor de 15 personas, de las cuales dos portaban pequeñas cruces.
La ceremonia concluyó con una escenificación de la llegada de Jesús al Gólgota, ambientado en el patio interior del refugio.
Solalinde recibió este año el Premio Nacional de Derechos Humanos.
‘Es un horror, no se puede vivir allá’
Alrededor de 20 migrantes, casi todos hondureños, participaron en la representación del Viacrucis organizado por los activistas del comedor San José, ubicado frente a las vías del tren en Huehuetoca, Estado de México.
A pesar de no ser católicos -la gran mayoría de ellos profesan el protestantismo o el cristianismo evangélico-, se sienten identificados con la representación, por que, dice, es lo que han vivido. Además, el hecho de haber llegado hasta esta parte del viaje refuerza su creencia.
Con pancartas y cruces de cartón o papel sobre las que escribieron consignas para exigir el respeto a sus derechos humanos, los migrantes caminaron cerca de media hora por las vías por las que pasa “La Bestia”.
“Defender a los migrantes no es delito”, se pudo leer en la cruz de papel de Denis, un migrante hondureño protestante, quien dejó a sus hijos en una iglesia mormona en Honduras, para poder viajar a Estados Unidos.
El viacrucis arrancó con la lectura de la primera estación, detrás de un desarrollo habitacional, cerca de la curva del basurero de Tequixquiac, donde resulta más fácil que los migrantes aborden, pues el tren baja la velocidad.

Atrae Viacrucis a extranjeros

La Pasión de Cristo ha trascendido fronteras y una ola de turistas viajaron desde Francia, Alemania, Inglaterra y Bélgica para vivir la representación que desde hace 170 años se vive en Iztapalapa.
Thomas Baque viajó desde París, para acudir a la boda de un primo, pero antes quiso hacer una escala en el DF, sólo para presenciar el Viacrucis en el Cerro de la estrella.
“Mañana (hoy) voy a Guadalajara, pero antes quise parar en la Ciudad de México para ver esta celebración de la crucifixión, porque es muy famosa alrededor del mundo, de hecho hemos visto fotografías, películas y shows de televisión acerca de lo que pasa aquí.
“Había oído antes de esta celebración que hay gente asombrosa que sube hasta lo alto del cerro para sentir lo que Jesús sintió cuando lo crucificaron y suena muy extremo para mí”.
El galo dijo que aprovechó las vacaciones, pues actualmente cursa una maestría en negocios internacionales en Liverpool, Inglaterra.
Cuando llegó a Iztapalapa, dijo, le asombró el dispositivo de seguridad que se dispuso para esta celebración.
“La verdad no sabía que Iztapalapa es una de las zonas más peligrosas, pero me siento muy seguro  y no me siento abrumado por tanta gente que viene, hay muchos policías en donde quiera que vayas”, comentó

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