Manuel Patiño lo perdió casi todo, las cinco hectáreas que sembró de trigo se helaron, mantiene la esperanza de que se puedan salvar por lo menos dos toneladas.
Aún recuerda que fue el 30 de diciembre cuando comenzó a sembrar, siempre para esta temporada sembraba cebada y decidió cambiar este año por trigo, jamás imaginó lo que padecería meses después.
Entre sus manos agarra las espigas de trigo que sufrieron las consecuencias del intenso frío, las abre y tristemente sólo hay pequeños granos que ya no crecieron, eso sólo representa pérdidas.
“Cuando llegamos a la tierra y vimos que estaba todo helado sí nos dio tristeza pero dijimos ‘ya que’, ya mejor no le echamos agua, esperamos que algo se pueda salvar”, expresó.
Manuel, de 63 años, tiene sembrando toda su vida, es habitante de la comunidad de Unión de Liebres y cada temporada siembra en las tierras que le dejó su papá.
En todo el tiempo que tiene como campesino nunca había sucedido algo similar, y mucho menos sin alguien que respaldará las pérdidas o brindara un apoyo.
“Sí nos había tocado que helara, todavía estaba mi papá, pero no fue tan grave como ahora que lo perdimos todo”, comentó.
A Manuel se le nota la tristeza y la desilusión en la mirada, arrea sus chivas, mientras platica que tenían muchas esperanzas en esos cultivos, es de donde sale para mantener a la familia, y en lo que invierten cada cosecha los pocos ahorros.
Ahora esperarán en abril el próximo ciclo, pero esperan que las autoridades les brinden algún apoyo porque fueron cientos los campesinos que a consecuencia de las heladas perdieron toda su inversión.
Las heladas se presentaron en los primeros días de marzo, congelando todos los cultivos que darían seguridad a los campesinos, tanto para pagar las deudas que se contrajeron para obtener el dinero para estas temporadas como para mantener sus hogares.
Los productores del campo aseguran que cuando esto sucede se desaniman, debido a que se invierte una buena cantidad en todo el proceso, desde preparar la tierra y comprar los insumos hasta cosecharla y venderla.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *