Pasar demasiado tiempo encerrado y el aislamiento de familiares y amigos, pueden ser mensajes claros de que los niños en edades escolares están sufriendo algún tipo de problema en las instituciones, situación llamada bullying.
Óscar Ranferi Quintero Tejada, coordinador de Prevención y Vinculación Social, señaló que se están dando conferencias y pláticas a estudiantes y padres de familia para disminuir los casos que en muchas ocasiones no se denuncian, de acoso escolar.
“La comunicación de padres e hijos es la base, porque por más que trabajemos con el niño, decirle que denuncie cuando sea víctima de violencia o que tome medidas de seguridad, si regresa a un entorno donde no hay comunicación con la familia, habrá otro detonante”, comentó.
El tema de la violencia no es nuevo en el País, sin embargo, es en los últimos años que se ha atribuido el nombre de bullying a lo que anteriormente conocíamos como “carrilla” en las aulas.
“El tema de la violencia tiene ya 50 años de estudiarse en nuestro País, ahora se llama bullying, lo importante es diferenciar y que se tengan límites en ese sentido”, señaló.
Quintero Tejada invitó a los padres de familia a estar atentos ante los mensajes que envían los niños, tanto los que son víctimas como victimarios en las instituciones escolares.
“Es importante que aprendamos a identificar a un niño que está recibiendo violencia, la clave de muchas cosas para los niños es revisar la mochila, si mi hijo está en secundaria y trae un desarmador, no creo que lo ocupe para el taller, o es generador de violencia o es víctima de esa violencia”, recomendó.
El que los niños busquen acercarse a los papás es una de las señales importantes, y que pueden dar paso a la plática para saber qué problemas tienen con la escuela y las personas que los rodean, pudiendo prevenir situaciones peligrosas para los estudiantes.
“Si soy ama de casa y mi hijo se acerca a ver la novela conmigo, debemos entender que no precisamente quiere ver la novela, tal vez necesita platicar con alguien, acercarse conmigo y hablar conmigo, algunas actitudes que deben mantenernos alerta es cuando el niño se mantiene aislado, pasa mucho tiempo encerrado, tiene poca convivencia con la familia, con los amigos, son mensajes que da una víctima o victimario de violencia”, explicó.
El Coordinador de Prevención y Vinculación Social señaló que hace falta trabajar ambos perfiles de este problema, tanto a los niños que son víctimas de estas agresiones como a quienes las generan.
El bullying por sus siglas en inglés, no es más que el acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-14 años).

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