En busca de mejorar la relación de los policías con los ciudadanos y recuperar su confianza, el titular de la corporación Jorge Alberto Acuña Dávalos, buscará que el Ayuntamiento apruebe el llamado “Código de relación pública del ciudadano y la Policía”.
Se trata de un nuevo ordenamiento que establece cómo deben actuar los ciudadanos ante una emergencia, pero también los policías a fin de que ambos cooperen entre sí y mejore el ambiente de seguridad.
“Lo que vamos a estar haciendo el próximo lunes es poner a consideración de la Comisión de Seguridad del Ayuntamiento una propuesta, un documento que llamamos ‘Código de relación pública del ciudadano y la Policía’, con la finalidad de que la comisión lo pueda revisar, emitir sus opiniones y compartirlo con la Comisión de Reglamentos, con la intención que el Ayuntamiento lo pueda aprobar y le pueda dar esa fuerza para reforzar algunos conceptos fundamentales de la relación que hay que limpiar y fortalecer entre el ciudadano y la Policía.
“Este código está basado en conceptos éticos y cívicos, y se desprende de la necesidad que tenemos como institución policial de generar el mejor entendimiento y la mejor cooperación que debe de existir entre la ciudadanía y el policía para solventar la necesidad de seguridad que tenemos ahorita y particularmente en las acciones para contrarrestar situaciones de inseguridad, partimos de un entendido de que si yo como policía tengo que dar al ciudadano un servicio de seguridad, se nos complica bastante cuando no tienes una confianza y no cooperas conmigo”.
El código plantea 4 principios fundamentales: el orden, el respeto, la cooperación y el servicio de la Policía a la ciudadanía.
“Estamos sugiriendo 10 puntos de este documento, en uno de ellos se plantean las obligaciones cívicas que tiene el ciudadano, que van desde respetar al policía, respetar esa figura, observar las disposiciones de orden que en términos generales hay en el municipio, procurar la cooperación con el policía desde facilitar la identificación, procurar información y en el entendido de que como policía respetemos esos derechos de reserva que el ciudadano tiene cuando a la mejor está involucrado en hechos”.
“Hablamos también de derechos que tiene el ciudadano, así como existen obligaciones, plasmamos derechos fundamentales y el primero en contraprestación a es la obligación que pedimos al ciudadano respete al policía, tiene derecho a que el policía le respete también, tiene derecho a recibir información, a ser asistido por el policía no nada más en situaciones de emergencia, sino en cualquier situación que el policía esté a su alcance tiene el derecho a ser asistido, tiene derecho a verificar la validez y la legalidad de la intervención del policía y va a ser muy interesante porque se van a desprender algunas otras acciones que estaremos dando a conocer sobre formas en las que queremos darle transparencia y certidumbre a la intervención del policía, que el ciudadano tenga esa garantía de poder verificar la legalidad y la correcta intervención del policía. También establecemos derechos del policía, que tienen mucho que ver con esa parte de la contraposición de derechos y obligaciones”.
El código, dijo, está vinculado con otras normas con el Bando de Policía y Buen Gobierno, con el Reglamento Interior de Policía, entre otras leyes.
“Es poner de una forma más clara y reflexiva sobre una relación renovada entre el ciudadano y la Policía”, dijo el funcionario.
El documento es producto del acercamiento que ha tenido con grupos ciudadanos y vecinos, en donde ha encontrado la necesidad y el reclamo de mejorar la relación entre policías y ciudadanos.
Y es que Acuña Dávalos aceptó que la falta de confianza de los ciudadanos le dificulta a la Policía dar mejores resultados.
“Por muy grave que sea un reclamo ciudadano no debemos perder de vista principios como es el respeto y la cooperación, si no tengo la cooperación sigue prevaleciendo mi obligación, pero me resulta mucho más complicado, sé que tengo que dar un servicio pero si no nos respetamos mutuamente, al policía que está en la calle y al ciudadano se hace más difícil que podamos cumplir con nuestro trabajo”.
“No es un documento de buena voluntad, sí de buena fe pero que también va acompañado de acciones para que podamos palpar ese avance en seguridad”.

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