Hace dos semanas que María Guadalupe Barajas, vecina de la colonia Ampliación San Francisco no tenía dinero para comprar un garrafón de agua purificada para prepararle el biberón a la pequeña Dulce de 11 meses de edad.
Ante la desesperación acudió a llenar un garrafón de plástico en la toma comunitaria que hay en la colonia Piedra Azul II, para preparar el alimento de su hija, sin embargo horas después la menor comenzó a llorar y se enfermó de diarrea.
La mujer, que diariamente acude hasta dos veces al día a surtirse de agua en un triciclo, platicó que por necesidad en ocasiones tienen que beber el liquido de estas tomas comunitarias, pero sí han detectado que les afecta en su organismo, además de que hay veces que tiene un olor muy fuerte a cloro y se observa un poco revolcada.
Aparte de estar dañadas las llaves de donde surte el agua en la toma comunitaria de la colonia Piedra Azul II, se observan oxidadas algunas partes metálicas, además de que la construcción de concreto está grafiteada y completamente llena de polvo debido a que se ubica en una calle sin pavimentar.
A su vez Gracia Corona Ambriz, habitante de Villas del Carmen comentó que en más de una ocasión han notado que el agua tiene un olor muy fuerte a cloro, además de observarse revuelta, sobre todo en los últimos días.
“Gastamos mucha agua en estos días por el calor, hay veces que venimos hasta por 5 botes al día, pero hay veces que la vemos sucia, trae mucho cloro y huele muy fuerte, las cubetas se ponen hasta blancas del asiento cuando les queda algo de agua, nos ha dado diarrea o con dolor de cabeza”, aseguró Corona Ambriz.
Pero no todos se quejan del agua que obtienen en estas tomas comunitarias, Enrique León Mendoza colono de Ampliación San Francisco, acude cada tercer día a llenar su garrafón de 20 litros, el hombre platicó que en el tiempo que lleva consumiendo, nunca se ha enfermado.
“Cada tercer día venimos a llenar el garrafón, hasta ahorita no nos hemos sentido mal y eso que la usamos para hacer la comida, porque la de las pipas es para lavar o bañarse, por eso venimos hasta acá a llevar el agua, antes comprábamos purificada, pero desde que empezaron a poner las tomas la usamos y nunca nos ha hecho daño”, platicó.
Para llevar el agua a su vivienda, Enrique León tiene que caminar más de 5 cuadras cargando el garrafón de plástico, ya que cerca de su hogar no hay tomas comunitarias.
Enferman con agua de tomas comunitarias
Las llaves presentan daños como el óxido, el graffiti y el polvo, lo que hace al vital líquido insalubre para el consumo de los habitantes de Ampliac