Sobre lo que fueron las ruinas el Gobierno de Jalisco construyó una plazoleta con piso de piedra laja.
En el obelisco de cantera rosa, que tiene una altura de por lo menos 15 metros, y que es visible desde la carretera León-San Felipe, se colocó una inscripción: “A la memoria de hombres y mujeres que ofrendaron su vida en este sitio altar de la patria. Agosto de 1817”.
Juan Manuel Hurtado Becerra, quien vive en la mesa de El Borrego, frente al Fuerte del Sombrero, señala que los trabajos de la construcción de la plazoleta en la cima del fuerte duraron 6 meses; sin embargo no se ha dado a conocer cuándo será la inauguración, pues no hay acceso para visitantes y “Sólo es la plazoleta pues las ruinas están en el abandono”.
Aun se puede apreciar los vestigios de lo que fue una fortaleza: un depósito de agua.
El Fuerte del Sombrero fue un sitio clave durante la resistencia del insurgente Pedro Moreno y los lugareños señalan que en el lugar se aparecen ánimas en pena.
El Gobierno federal destinó 5 millones 200 mil pesos para construir la plazoleta, pero se encontraron con el problema que este cerro es propiedad privada.
Tras llegar a una negociación con el propietario se logró la construcción de una cerca perimetral con malla ciclónica.
El Gobierno de Jalisco invirtió recursos con lo recaudado con la edición de la publicación titulada El Fuerte del Sombrero en la Sierra de Comanja (2009), del investigador Salvador de Alba Martínez.
Juan Manuel Hurtado explica que El Fuerte del Sombrero está ubicado en la cadena montañosa conocida como la Sierra de Comanja de Jalisco, que forma parte del Eje Volcánico Transversal mexicano.
Uno de los relatos destacados sobre el lugar es el que ofreció el mariscal Pascual Liñán en su carta al virrey Juan Ruiz de Apodaca.
Señala que el sitio “se compone de dos pequeñas cumbres unidas por una cresta, la más al norte es la más fortificada por estar al frente y dominada por la mesa de Las Tablas”.
Otra de las descripciones es la propuesta del historiador Agustín Rivera Sanromán, quien recorrió el sitio hacia finales del Siglo XIX.
En sus escritos destaca que el cerro pertenece -y sigue adjunto- a la Hacienda del sitio de San Ignacio. En 1875, el terreno era propiedad de doña Feliciana López de Marín.
La cumbre del Sombrero se compone de dos partes: la del Sur es una meseta que se llama la de Serna y la del Norte es una planicie en medio de la que se eleva una figura de la que el cerro tomó su nombre, unidas por una especie de angosto pasadizo de roca”.
Según las citas de Lucas Alamán, “la guarnición consistían en 650 hombres, 17 piezas de artillería –viejas y mal montadas- y de calibres de dos a ocho (…)”.
El Fuerte fue administrado desde lo militar por el jalisciense Pedro Moreno, y todo lo relacionado con la alimentación de los insurgentes recaía en Rita Pérez de Moreno.
La toma del sitio por parte del Ejército Realista también es relatada por el mariscal Pascual Liñán en una carta firmada con fecha del 22 de agosto de 1817, después comenzó el abandono.
Para conmemorar aquella resistencia en 1910, durante los festejos del Centenario de la Independencia de México, se colocó un obelisco que diera cuenta de los hechos, pero el tiempo se encargó de quitarle el esplendor que ahora es una ruina.
El plan de recuperación del sitio arrancó a finales de 2007 con una prospección arqueológica a cargo de Rodrigo Esparza.
Dicho proyecto contemplaba la restauración del obelisco, un centro interpretativo, el rescate de vestigios y señalética.
Será reconstruido el Fuerte del Sombrero
Una nueva plaza y un obelisco de cantera rosa será construido en la cadena montañosa conocida como la Sierra de Comanja de Jalisco, parte del Eje Volc