El ataque terrorista al Maratón de Boston golpeó directamente al ánimo de 30 leoneses, quienes se salvaron por muy poco tras las explosiones registradas al mediodía de ayer.
Según registros de la Liga Atlética Independiente, alrededor de 30 leoneses viajaron a Boston para correr. Seis de ellos fueron preparados por Raúl Aguilar, quien se comunicó con algunos de sus atletas inmediatamente después de conocerse las explosiones cercanas a la meta y que dejaron un saldo de tres muertos y decenas de heridos.
También en redes sociales el movimiento fue inmediato y los leoneses no tardaron en tranquilizar a sus familias.
“Fue impactante, estamos todos bien, muchas gracias por preocuparse y estar al pendiente”, escribió en Facebook Georgina Mojica, psicóloga egresada de la Universidad Iberoamericana León.
Georgina terminó la carrera media hora antes de las explosiones, pero hubo leoneses que llegaron al objetivo con menos anticipación y, según el profesor Raúl Aguilar, el último en concluir arribó sólo 15 minutos antes del ataque.
Encaran el pánico
Horas de angustia vivieron unos 30 corredores leoneses que participaron en el Maratón de Boston, quienes tras su arribo a la meta se enteraron o atestiguaron la explosión de dos artefactos en los alrededores de la meta.
Violeta Meza, corredora leonesa, pasó de la euforia al terror luego de presenciar de frente las dos explosiones que tuvieron lugar a un costado de la meta, sitio en donde ella se encontraba.
La dicha de terminar de pie la distancia de un mítico maratón tiene un valor impresionante, por ello Violeta saboreaba de una forma especial junto a su esposo el cruce de la meta, pero de pronto un terror profundo la invadió, dos explosiones en espacio de 12 segundos le cambiaron el semblante por completo.
“Estamos muy impactados, yo ya había terminado, pero seguía en la meta, la explosión fue exactamente aquí enfrente”, relata.
“Estábamos muy cerca, escuchamos las dos explosiones muy cerca y sólo corrimos a buscar un lugar seguro, es una tristeza todo esto. Gracias a Dios todo el grupo de León con el que venimos estamos bien ya en el hotel”, señaló Violeta que junto a cinco corredores más entrenados por el profesor Raúl Aguilar, participó en Boston.
Georgina Mojica, psicóloga de la Universidad Iberoamericana de León y corredora recreativa, vivió para contarla. “Geo” como la conocen alumnos, pacientes y conocidos cruzó la meta con 3:39:12 horas, justo media hora antes del acontecimiento.
“Efectivamente fue impactante, estamos todos bien, muchas gracias por preocuparse y estar al pendiente, ya habíamos terminado todos”.
“Qué desafortunado que se contamine un evento tan lindo, un gran abrazo a todos”, señaló, en su cuenta de Facebook, Georgina. También afirmó que sus compañeros Martín Delgado, Mauricio Orozco, Violeta Meza, Luis Alfredo González y Alejandro Pérez no sufrieron daño.
El grupo de los seis corredores entrenados por el profesor Raúl Aguilar ya habían cruzado la meta por lo menos 15 minutos antes del suceso.
Luego del incidente los corredores fueron dirigidos al hotel de hospedaje, donde les recomendaron permanecer hasta nuevo aviso. Sus arribos a León se darán entre el miércoles y viernes de esta semana.
De los 20 mil inscritos en el Maratón de Boston, 209 fueron mexicanos y cerca de 30 son leoneses. México es tercer país (no sede) con más aportación en cuestión de inscritos, sólo superado por Reino Unido y Canadá.
Con las explosiones, la prueba de los 42 kilómetros se suspendió dejando a 3 mil participantes sin cruzarla.
Boston junto a los maratones de Chicago, Nueva York, Londres y Berlín, se consideran las cinco joyas del atletismo dentro de esta distancia.
El maratón más antiguo de la historia
El Maratón de Boston es la competencia más antigua de este tipo en el mundo. Se celebra desde el año 1897. Este maratón se lleva a cabo en Boston Massachusetts, Estados Unidos, el tercer lunes de abril.
Esta competencia es una de las cinco pruebas que forman parte del “World Marathon Majors”, que agrupa desde 2006, a los cinco maratones más importantes del mundo junto a los de Nueva York, Chicago, Berlín y Londres.
Este año se celebra la 177 edición de esta justa, en donde, para ser aceptado en la competición, se debe cronometrar un tiempo por debajo de los límites que establece la organización que lo preside.
Este maratón no contó con premios para los ganadores más que unas hojas de olivo hasta 1986.