Luis Suárez enfrentó ayer un vendaval, tras su mordiscón del domingo a un rival: fue multado por su Club Liverpool, acusado de conducta violenta por la Asociación del Futbol de Inglaterra y criticado por el Gobierno.
“El incidente no fue visto por las autoridades del partido y por lo tanto hay que analizarlo en forma retroactiva”, dijo la AF en un comunicado.
“Se cree que la conducta de Suárez constituye una conducta violenta y la AF considera que el castigo habitual de tres partidos (de suspensión) que correspondería es claramente insuficiente”.
Liverpool condenó la actitud, quien ya había protagonizado otro sonado episodio cuando le lanzó insultos racistas a un rival en el 2011.
Liverpool dijo que su conducta era “inaceptable” y le impuso una multa por un monto no revelado.
Suárez no será investigado por la Policía en vista de que Ivanovic no hizo denuncia policial alguna.
La oficina del primer ministro David Cameron, entre tanto, opinó que éste era “un asunto que las autoridades del futbol deben considerar”.
“Y sería perfectamente comprensible que tomasen en cuenta el hecho de que los jugadores de cartel son a menudo modelos” para la sociedad, dijo la oficina del Primer Ministro.
El dato
En un partido de la Liga Premier, Suárez le dio al defensor de Chelsea Branislav Ivanovic un mordiscón en un brazo.