Un eventual fallo de la Corte Internacional de Justicia que obligue a Chile a negociar con Bolivia una salida soberana al mar abrirá una caja de Pandora que permitiría por ejemplo a México revisar sus límites con Estados Unidos o a Francia replantear los propios con Alemania, opinó el presidente chileno Sebastián Piñera.
Durante una gira de poco más de 12 horas a Haití, Piñera concedió una entrevista a The Associated Press en su avión presidencial, habló sobre la demanda con la que Bolivia espera que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) obligue a Chile a negociar “de buena fe” la centenaria demanda de obtener una salida al mar.
“En mi opinión la pretensión boliviana no tiene ningún fundamento de hecho ni de derecho y espero en consecuencia que la corte así lo determine porque, de lo contrario, efectivamente, estaríamos abriendo una caja de Pandora que no sabríamos los efectos que podría tener ni dónde podría terminar”, expresó el gobernante.
“¿Se imagina usted qué pasaría en el mundo si los países en forma unilateral empezaran a revisar los límites que establecen los tratados? ¿Se imagina qué pasaría en el mapa de Europa, que Francia empezara a revisar los límites con Alemania, o Alemania con Polonia, o Polonia con Rusia? ¿Qué pasaría en Estados Unidos si México empezara a reivindicar sus tratados?”, expresó.
En América Latina, países como Bolivia, Paraguay y México han perdido territorios en guerras, lo mismo que Perú, país que peleó contra Chile aliado con Bolivia.
La demanda ante la Corte, con sede en La Haya, fue presentada por Bolivia el miércoles. El viernes, el tribunal citó a ambos países para fijar a una reunión en la que se definirán los plazos y procedimientos a seguir.
El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, en un comunicado leído en La Haya, explicó que “la demanda boliviana solicita a la Corte Internacional de Justicia falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacífico. Esta solicitud no se hace en virtud del Tratado de 1904”.
“He estudiado y no conozco ningún caso que un país, en forma voluntaria, ceda su territorio, su mar, su soberanía y en este caso en particular, corresponde aún menos porque en el caso de Chile y Bolivia existe el Tratado de 1904, que fijó en forma meridianamente clara los límites, que fue válidamente celebrado y está plenamente vigente”, declaró Piñera.
En el tratado aludido, firmado 20 años después del cese de las hostilidades entre los dos países, pasaron a ser territorio chileno unos 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa que pertenecieron a Bolivia, mientras Chile se obligó a perpetuidad entregar varias compensaciones al vecino país, entre ellas el libre tránsito por cualquier puerto chileno de las mercaderías de Bolivia, que actualmente alcanzan al 70% de las exportaciones de ese país.
Bolivia alega que ese tratado fue impuesto por la fuerza del vencedor, mientras Piñera afirma que el acuerdo fue propuesto por el vecino país en 1902, que presentó incluso un borrador a Chile.
“Fue un acuerdo y no fue impuesto como sostienen ellos, no está incumplido ni tampoco es injusto”, dijo Piñera.
El abogado de derecho internacional público y catedrático de la Universidad de Londres, Robert Volterra, opina que la CIJ entreabrió la caja de Pandora con el fallo del 12 de noviembre del 2012 en que, pese a existir un tratado limítrofe entre Nicaragua y Colombia, el que consideró vigente, alteró drásticamente las fronteras marítimas. “Fue una decisión muy, muy débil”, en este caso, declaró a la AP.
El fallo en cuestión alteró la frontera marítima entre ambos, y dio a Nicaragua “un espacio marítimo enorme”, que antes estaba bajo soberanía colombiana, aunque el archipiélago de San Andrés siguió bajo jurisdicción de Colombia. El área entregada a Nicaragua es rica en recursos pesqueros y petroleros. El presidente José Manuel Santos desconoció el veredicto.
“Esto realmente fue una apertura de la caja de Pandora inicial de la Corte… y seis meses después, ¿qué pasó?: Un nuevo caso de un Estado que quiere negar o formalmente o sustantivamente un acuerdo fronterizo bilateral”, agregó el experto internacional.
Volterra, que no está vinculado a los defensores de Chile en la CIJ, dijo que muchos expertos en derecho internacional público siguen criticando la decisión del tribunal en el caso Nicaragua-Colombia. Opina que Bolivia quiere aprovecharse de este dictamen.
Indicó que la acción de Bolivia “es un ejemplo de ambición territorial enorme (que) es muy riesgoso para la paz internacional. Como abogado internacional, estoy muy preocupado porque la corte tiene jueces muy inteligentes, y muchos otros que no son expertos en derecho internacional público, y hay políticos”.
“Me preocupa que los jueces abran más esta caja de Pandora sin determinar las implicancias… (que pueden ser) que todas las fronteras que estaban negociadas, sean reabiertas, lo que es una desestabilización enorme” para el mundo”, advirtió el catedrático.
El profesor Joseph Tulchin, de la Universidad de Harvard y conocedor de los asuntos latinoamericanos, dijo a la AP que Bolivia no basó su denuncia en el tratado de 1904 porque lo considera “inválido. No lo reconoce en lo absoluto”, y opinó que sería bueno que ambos países dialogaran, ya sea en el marco del tribunal o en forma bilateral.
La CIJ puede acoger la demanda de Bolivia, declararse incompetente o Chile puede pedir su incompetencia. Esto último, dijo Piñera, “es algo que veremos hacia el futuro”.
La demanda boliviana se presentó un par de meses antes de que la CIJ entregue su fallo sobre la demanda de Perú contra el Estado chileno. Lima desconoció en 2008 los límites marítimos en el norte chileno y sur peruano y pidió a la Corte que realice una nueva demarcación en el mar, pese a existir un tratado limítrofe de 1929.

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