Hoy es el día del niño y decenas de personas recuerdan con alegría todas las travesuras que hicieron en su infancia reviviendo a ese niño que todos llevan dentro.
Pero sin duda lo que caracteriza a todas estas personitas son sus sentimientos y sus ganas de ser grandes guerreros y princesas de cuentos de hadas, los sueños y la inocencia que permite que desenvolver su imaginación.
A todos los niños felicidades en su día y a los que no tan niños también, hoy es un día en el que la emoción, las risas y las travesuras están a todo lo queda.Como una niña muy alegre, siempre con las ganas de cantar y bailar se definió Maricoy Gallegos quien agregó que le gustaba jugar a las “comiditas” moliendo flores y tallando ladrillos.
Por toda su cuarto, Maricoy y su hermana jugaban de niñas a las muñecas armando una ciudad enorme y así se la pasaban por varios días mientras que con sus primos se divertían jugando a las escondidas, a los encantados y a los Power Rangers.
Su sueño siempre fue ser maestra, pues relató que tenía su pizarrón, una lista de asistencia, uniforme y ponía a sus alumnos hacer ejercicios.
Sin duda destacó que no fue muy traviesa pero si juguetona y ocurrente, pues en una ocasión su hermano y ella el día de Reyes pusieron trampas para que Melchor, Gaspar y Baltazar los despertaran y así conocerlos, sin embargo mencionó que jamás cayeron.
“Una vez mi tío Toño nos llevó a mis primas y a mi al río Laja, a pasear a dos labradores que tenía, no sé en qué momento, terminámos todas nadando en el Laja con los perros; cuando regresamos a casa de mis abuelos, nos agarraron a manguerazos porque no querían que entráramos así, fue muy divertido, la verdad es que tuve una niñez hermosa y eso se los debo a mis papas, hermanos, familia y amigos”, detalló.
Tremenda y juguetona
Vaya que Edda fue tremenda de pequeña, pues recordó que en una ocasión inundó su casa y todo esta lleno de burbujas, ya que abrió la llave de agua del jacuzzi y vació todo el frasco de shampoo.
“Cuando era chiquita me encantaba meterme al jacuzzi del cuarto de mis papas, un día me dejaron con mi hermana para que me cuidara y le dije que si me podia meter al jacuzzi, por estar hablando por teléfono no me hizo caso, así que yo fui y abri el agua, vacié un frasco nuevo de shampoo para que se hicieran burbujas y deje la llave abierta.
“Me fui a jugar en lo que se llenaba y se me olvido, cuando subí las escaleras de mi casa todo el piso de arriba estaba mojado y el baño lleno de burbujas por que todo se empezó a salir del jacuzzi, tuvieron que cambiar toda la madera por que se mojo y desde entonces me prohibieron meterme al jacuzzi si no estaban mis papas en la casa”, comentó.
Edda García explicó que se niña siempre se la pasaba molestando a sus hermanos mayores, además de que le gustaba pasear en su bicicleta o en patines por La Alameda, se subía al trenesito y le fascinaba que le pintaran el rostro de minie.
Bailador, curioso y consentido
Mario Antonio nació un primero de junio de 1990, desde pequeño aseguró ser inquieto y amigable, pero sobre todo de los nietos y sobrinos consentidos por todos.
Para Mario el recordar su infancia es muy agradable, pues para él es volver a vivir aquella etapa en la que las preocupaciones simplemente eran no perderse ningún capítulo de Los Picapiedras, Los Supersónicos y Dragon Ball.
“Desde muy pequeño me gustaban mucho los animales, llegué a tener un perrito llamado shadow, ya que era muy inquieto igual que él y parecía su sombra porque lo seguía a todos lados; recuerdo que después de comer salía a jugar a los quemados o a las escondidas pues jamás fui bueno haciendo taréa así que mis papás me castigaban muy seguido”.
De muy pequeño quería ser doctor como sus papas, por lo que dijo que los acompañaba sus trabajos soliendo escuchar los diagnósticos para los pacientes y así él recomerdarles dos pastillas y una inyección después de bañarse.
“Tenía 4 años y ya era todo un doctorcito; otra de las cosas que me gusta recordar es que recién aprendí a caminar y casi en seguida a bailar, de echo donde vivía se hacían las fiestas del pueblo, con música de banda por las calles, con todo y el biberón en mano y a escondidas de mi mama me fui atrás de la banda bailando tratando de imitar a los grandes bailarines de la fiesta”, finalizó.
Deportista pero con puntería
Para Toño Montoya, el recordar su infancia le deja en claro que a pesar de que siempre le gustaba hacer alguna actividad deportiva, también fue un niño demasiado travieso y extremo.
Mencionó que en una ocasión estaba jugando en el rancho de su abuelito a la guerra de terrones con bolas de lodo junto a sus primos, cuando de repente se le ocurrió hacer un terrón con una piedra en medio, la arrojó y uno de sus primos al otro extremo salió llorando pues lo había descalabrado.
“Fue muy chistoso pues la avente al aire y le dí sin querer, es fecha que cuando nos vemos seguimos recordando; yo era muy travieso, me gustaba ir a las charreadas, jugaba volley ball, tenis, ping pong, andaba mucho en moto, iba a los campamentos, al rancho.
“Recuerdo que quería ser corredor de motocros y agrónomo o veterinario, pues me gustaban mucho los caballos y los perros; en ocasiones jineteaba becerros”, comentó.
Actualmente es licenciado en contabilidad publica y finanzas con maestría en administración de empresas con especialidad en finanzas; además está haciendo un diplomado en inversión en bolsa y otro en desarrollo de habilidades gerenciales viviendo felizmente casado.
Pequeña artista con carisma
Paulina Villanueva aseguró que al hablar desde muy chica provocó que a cada momento se la pasara cantando, sin embargo lo que la caracteriza desde aquel entonces es esa sonrisa que lleva a todas partes.
“Una de mis mejores anécdotas de la infancia es que cuando era chica hable desde los 9 meses de edad y me gustaba cantar pero más que me grabaran mis papás; siempre fue la consentida por todos en la familia y me gustaba armar mis propios shows de canto para que todos me ovacionaran”.
Destacó que nunca fue una niña traviesa, al contrario se definió como carismática ante cualquier situación, incluso cuando se enojaba.
“Nunca fui traviesa, todo mundo me dice que de chiquita siempre estaba sonriendo, incluso hasta cuando me enojaba”, relató.
Por último, Paulina mencionó que le fascinaba jugar con sus muñecas a la escuelita, siendo ella la maestra; actualmente tiene 21 años de edad y se encuentra estudiando Mercadotécnia.
Curiosa y extrovertida
Melisa creció entre los juegos de las escondidas, las trais, encantados, canicas y tazos, pero recuerda que siempre fue un tanto curiosa y le encantaba estar todo el tiempo platicando con alguien.
“Mis papás, mi familia y todas las personas que me conocen recuerdan que desde niña me decían ‘china’ y si me pedían que les regalara mi cabello me arrancaba un cabellito y se los daba; siempre he sido una persona muy inquieta, desde que tengo memoria me encanta aprender más y más y hacer todas las preguntas posibles hasta encontrar explicación a todas mis dudas.
“Era una niña muy platicadora y extrovertida, me gustaba recitar poesías en público, bailar y cantar sin pena; creo que en la infancia hice muchas travesuras, porque no puedo recordar un momento donde estuviera tranquila, una de las travesuras que más recuerdo fue cuando mi primo y yo convertimos un cuarto de la casa de mi abuelita en una casa del terror, estábamos muy emocionados.
“Hicimos telarañas con algodón, pegamos un poster de Frankistein en la puerta, pusimos insectos de plástico en el piso y nos metimos al closet a esperar que alguien entrara al cuarto para espantarle, esperamos por mucho tiempo, y nadie llegaba”, explicó.
Desde niña siempre soñaba con conocer el mundo y otros países, culturas y dejar una diferencia en el lugar donde se encontrara; ahora a sus 22 años estudia nutrición, pues continúa con su meta de infancia: ayudar a las personas.
Organizada y responsable
Hija de José Antonio Loustalot Laclette y Ana Paulina Torres León, María José, mejor conocida como Joshe desde niña disfruto mucho del estudio, era muy cumplida con mis tareas y trabajos.
De pequeña siempre le gustó organizar eventos, participar en bailables, viajes y eventos escolares divirtiéndose en grande.
“Con mis papás y mis hermanos y por cuestiones del buceo aprendí a disfrutar mucho de la naturaleza, y de los viajes, pase gran parte de mi infancia en distintas playas del país y mi familia me enseño y aprendí que hay regalos que la naturaleza nos da en todo momento y que vivimos en un país muy hermoso.
“Crecí con mis hermanos y la verdad es que nunca hemos tenido ningún problema, nos llevamos maravillosamente somos muy amigos, igual que con mis primos y bueno en cuanto a mis amigos de la infancia es maravilloso poder decir que algunos siguen siendo amigos como mi comadre Nieves y Rocio Ofarril, entre muchos más.
Joshe relacó que no se perdía ningún capítulo de Cachirulo, Burbujas y Chabelo los domingos, creciendo con las Flans, Timbiriche y Mecano, mientras que su caricatura preferida era Candy
“He sido muy pacifista de pequeña, nunca me ha gustado la violencia, ni los pleitos, siempre trate de llevarla bien con todos; fui inquieta pero no traviesa, era muy respetuosa porque sabía que así me iba.
“En el deporte no fui muy destacada semipractique gimnasia olímpica pero al contrario de mi hermana tenía cero habilidad, iba a natación y como no me encantaba aprendí a nadar con muchos vicios y ahora me cuesta trabajo, me gustaba y me sigue gustando bailar”. mis logros deportivos que han sido hacer un medio maratón y un sprint en triatlón los hice a los 32 años, más vale tarde que nunca.
En cuanto a mis sueños de los que quería ser de grande si cambio radicalmente, quería ser piloto aviador, yo quería volar, pero cuando me di cuenta que mi altura no me iba a ayudar comencé a vislumbrar mis otros sueños, mis opciones eran la medicina misma que intente vivir siendo socorrista de la cruz roja y me di cuenta que no era lo mio a los 17 años y cumpli mi tercer sueño que era estudiar relaciones internacionales y de alguna manera trabajar para mi país en el extranjero y gracias a Dios lo cumplí.
Sigo teniendo sueños y lucho por alcanzarlos día a día.