Los intensos rayos del Sol y el calor no impidieron que los pequeños pasaran una dulce y tarde mágica en el festejo que organizó la Casa de la Cultura de Salamanca.
Con las caritas llenas de algodón de azúcar, de churros y de gran alegría los pequeños como los hermanos Israel de 7 años, Diego de 5 años y Anita de 3 años, disfrutaron de su día.
Los pequeños comenzaron a llegar desde antes de las 5 de la tarde acompañados por sus papás y la fila para los algodones de azúcar eran largas.
Salvador Santoyo Flores tiene 22 años vendiendo nubes de azúcar de colores a los pequeños, para esta tarde serían más de 500 los que regalarían a los niños, con sus colores preferidos rosas y azules.
Otros jóvenes sacaban de grandes bolsas negras, bolsitas de frituras que se prepararon para los pequeños, algunos se acercaban otros no tanto pensando que eran vendidos, al final se regalaron las 600 bolsitas a todas las personas que fueron a ver el festival.
Con sombrillas en mano cubriéndose del Sol, colocando periódicos o libretas en las sillas los pequeños y sus papás tomaron asiento en las 200 sillas que se colocaron para disfrutar de los espectáculos.
El taller de teatro de la Casa de la Cultura presentó la obra de teatro con títeres “La Luciérnaga”, la cual le gustó mucho al pequeño Israel porque dijo “con la obra pude conocer a las luciérnagas y su brillo, me gustó mucho”.
Diego veía la obra parado en su silla mientras su mamá lo cuidaba detrás, el público no lo dejaba ver a los personajes que tan atentos lo tenían.
Lo mismo hizo la pequeña Anita cuando vio aparecer el mago en escenario, ya que no se quería perder ni uno sólo de sus trucos.
Todos los pequeños disfrutaron de esta tarde, ya sea comiendo algodones, paseándose en el trenecito por la Plaza Cívica o viendo espectáculos artísticos.
Festejan a los niños
La Casa de la Cultura logró hacer pasar a los menores una dulce y tarde mágica al festejarlos por el Día del Niño pese a los intensos rayos solares y