“En este pueblo bicicletero así está acostumbrada la gente”, dijo un ciclista al que se le preguntó si creía que actuaba bien al ir en sentido contrario. Terminando de decirlo y reírse siguió su camino por la calle Benito Juárez.
Este tipo de reacciones resultan de la evidente falta de cultura vial que se vive en los Pueblos del Rincón, ya que aunque en la mayoría de las calles existe el señalamiento del sentido que todo vehículo debe seguir -incluyendo las bicicletas- para prevenir percances, abunda la práctica de ir en el sentido opuesto, lo que ha causado inconvenientes a los demás usuarios de las vialidades e incluso accidentes donde los coches atropellan a los ciclistas.
Aunado a esta peligrosa costumbre, la autoridad municipal, particularmente los tránsitos, ni siquiera atienden a estas faltas ya que se muestran, en su mayoría, indiferentes ante esta práctica que pone en riesgo la integridad de los ciclistas, peatones y automovilistas.
Cabe señalar que en el Reglamento de Tránsito y Vialidad de San Francisco del Rincón, disponible para todo interesado, en su artículo 43, fracción 1 menciona:
“La circulación en calles o avenidas deberá hacerse como sigue: En calles de una sola circulación deberá de ser acorde a la orientación establecida…”.
Además en el artículo 48, fracción 9 cita: “Queda prohibido circular en el sentido contrario al que establece el señalamiento previamente instalado, mismo que tiene por objeto orientar la circulación”.
Inclusive, en la tabulación de sanciones aplicable a todos los vehículos, se muestra de manifiesto el monto de 5 salarios mínimos a quien incurra en esta falta administrativa.
Ante esto, los ciclistas y motociclistas circulan por las calles sin importar o hacer caso omiso al sentido de la calle, lo que provoca en muchos casos un accidente, donde la falta de precausión de esto afecte a terceros.
Rodolfo Cárdenas, conductor y habitante de San Francisco expresó que no tiene nada en contra de los ciclistas pero desafortunadamente no respetan las señales y que inclusive se meten por donde quiera, nadie les dice nada y uno la lleva de perder si pasa algún accidente.
Así también expresó María Guadalupe la importancia de que en caso de que alguien atropelle a un ciclista, la culpa es de uno aunque circulen en sentido  contrario.

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