Un coreano-estadounidense detenido desde hace seis meses en Corea del Norte fue sentenciado a 15 años de trabajo forzado por “actos hostiles” contra el Estado, dijeron el jueves los medios de comunicación norcoreanos, una medida que podría detonar una visita de un funcionario jerárquico estadounidense, si la historia se repite.
Kenneth Bae, un hombre del estado de Washington descrito por sus amigos como un cristiano devoto y un operador de viajes, es al menos el sexto estadounidense detenido en Corea del Norte desde 2009.
Los otros norteamericanos fueron deportados al final o liberados sin cumplir sus sentencias, en algunas ocasiones después de viajes a Pyongyang de estadounidenses prominentes, incluidos los ex presidentes Bill Clinton y Jimmy Carter.
Con las ya abismales relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte empeorando desde el lanzamiento de un cohete norcoreano de largo alcance hace más de un año, Pyongyang está pescando en busca de tal reunión, dijo Ahn Chan-il, director del Instituto Mundial para Estudios de Corea del Norte, con sede en Corea del Sur.
“Corea del Norte está utilizando a Bae como cebo para hacer que ocurra tal visita. La visita de un estadounidense importante a Pyongyang abrillantaría además el perfil de liderazgo de Kim Jong Un”, afirmó Ahn. Kim tomó el poder después del fallecimiento de su padre, Kim Jong Il, en diciembre de 2011.
El país autoritario ha enfrentado una crítica creciente respecto a sus ambiciones de desarrollar armas nucleares. Las negociaciones de desarme entre las Coreas, Estados Unidos, Japón, China y Rusia se desmoronaron en 2009.
Varias rondas de sanciones de la Organización de Naciones Unidas no han logrado que el Norte renuncie a su pequeña reserva de dispositivos nucleares, los cuales Pyongyang dice que no sólo los conservará sino que ampliará para protegerse de un Washington que considera hostil.
El tono beligerante de Pyongyang se ha suavizado un poco recientemente, después de semanas de retórica violenta, incluidas amenazas de una guerra nuclear y ataque con misiles.
En Washington, el Departamento de Estado dijo que estaba trabajando con la embajada sueca en Pyongyang para confirmar el reporte sobre la sentencia a Bae.
Estados Unidos carece de relaciones diplomáticas formales con Corea del Norte y depende de Suecia para el manejo diplomático de asuntos en los que estén implicados ciudadanos estadounidenses en el país comunista.
El embajador sueco en Pyongyang, Karl-Olof Andersson, solicitó que la prensa dirija sus preguntas al Departamento de Estado.
El juicio contra Bae, acusado de “cometer actos hostiles” contra Corea del Norte, se efectuó el martes en la Corte Suprema, dijo la estatal Agencia Noticiosa Central Coreana (KCNA por sus siglas en inglés). El proceso se efectuó días después de que la KCNA anunciara el sábado que en breve las autoridades lo procesarían tras acusarlo formalmente. La KCNA se refirió a Ba como Pae Jun Ho, la manera como en Corea del Norte escriben su nombre.
Bae, de Lynnwood, Washington, fue arrestado a principios de noviembre en Rason, una zona económica especial en el extremo noreste, en la frontera con China y Rusia, dijo la prensa estatal. Las autoridades norcoreanas no han revelado la naturaleza exacta de los supuestos delitos de Bae.
“Kenneth Bae no tuvo acceso a un abogado. Ni siquiera se sabe de qué lo acusaron”, dijo en un comunicado el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
“Kenneth Bae debe ser puesto en libertad a menos de que se le acuse de alguna infracción penal aceptada internacionalmente y debe tener un nuevo juicio en un tribunal competente, independiente e imparcial”, agregó.
Amigos y colegas afirman que Bae se encontraba en la ciudad fronteriza china de Dalian y viajaba con frecuencia a Corea del Norte para alimentar a huérfanos. La madre de Bae en Estados Unidos no respondió el jueves a las llamadas para que hiciera declaraciones sobre el particular.

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