La voz de la mujer se escuchaba desesperada y sin aliento, al tiempo que contenía las lágrimas.

“Ayúdenme. Soy Amanda Berry”, declaró a una operadora del servicio de emergencias. “Fui secuestrada y he estado desaparecida por 10 años y estoy, estoy aquí; ahora estoy libre”.

Valiéndose de esas palabras, la policía dio con una casa cercana al centro de Cleveland donde Berry y otras dos mujeres que desaparecieron hace una década fueron halladas el lunes, para alegría de familiares y amigos.

El jefe policial Michael McGrath dijo que Berry, Gina DeJesús y Michelle Knight aparentemente fueron mantenidas cautivas dentro de la casa desde que eran adolescentes o poco mayores de 20 años. Fueron encontradas a sólo unos kilómetros de donde habían desaparecido.

Posteriormente las autoridades arrestaron a tres hermanos de entre 50 y 54 años. Uno de ellos, el ex conductor de autobús escolar Ariel Castro, de 52 años, era el propietario de la casa, situada en un vecindario donde abundan las viviendas con las ventanas selladas con tablas de madera. Los otros son Pedro Castro, de 54, y Onil Castro, de 50.

Hasta el momento no se les han presentado cargos formales.

En la vivienda también apareció una niña de seis años que se cree es hija de Berry, dijo el subjefe de policía Ed Tomba.

Las autoridades no informaron si las mujeres estaban atadas dentro de la casa o si alguna de ellas había sido violada. La policía indicó que intenta ser cuidadosa al interrogar a las mujeres, dado el trauma que soportaron.

Los investigadores también dijeron el martes que no tienen registros de ninguna pista o llamada que hubieran recibido para denunciar presuntas actividades delictivas dentro de la casa en los años posteriores a la desaparición de las víctimas, pero indicaron que aún están verificando sus registros.

Sin embargo, dos vecinos dijeron haber estado lo suficientemente preocupados por lo que vieron en la casa como para llamar a la policía en dos ocasiones.

Elsie Cintrón, que vive a tres casas de distancia, dijo que su hija vio en una ocasión a una mujer desnuda que andaba a gatas en el jardín trasero hace varios años y llamó a la policía.

“Pero ellos no se lo tomaron en serio”, afirmó.

Otro vecino, Israel Lugo, dijo que escuchó golpes en algunas de las puertas de la casa de Castro, que tenían bolsas de plástico en las ventanas en lugar de cristales, en noviembre de 2011.

Lugo dijo que los agentes tocaron en la puerta principal, pero nadie respondió. “Caminaron a un costado de la casa y luego se fueron”, señaló.

Los vecinos también dijeron que a veces veían a Castro irse caminando con una niña pequeña a un área de juegos infantiles en el vecindario. Y Cintrón recordó que una vez vio a una niña pequeña que se asomaba por la ventana del ático de la casa.

Las tres mujeres, que parecían gozar de buena salud, fueron trasladadas a un hospital para que se les evaluara y se reunieran con sus familiares. Fueron dadas de alta del Centro Médico Metropolitano el martes por la mañana. La policía dijo que fueron trasladadas a un lugar en los suburbios cuya ubicación no fue revelada.

Un letrero afuera de la casa de los padres de DeJesús decía “Bienvenida a casa Gina”.

Su tía Sandra Ruiz les dijo a los periodistas que pudo ver a las tres.

“Esas niñas, esas mujeres son tan fuertes”, afirmó. “Lo que hemos hecho en 10 años no es nada en comparación con lo que esas mujeres han hecho en 10 años para sobrevivir”.

Los investigadores celebraron la noticia casi tanto como los familiares.

“Para la familia de Amanda, para la familia de Gina, para la familia de Michelle, las oraciones por fin han encontrado respuesta. La pesadilla ha terminado”, dijo Stephen Anthony, director de la oficina del FBI en Cleveland. “Estas tres damas jóvenes nos han proporcionado la máxima definición de supervivencia y perseverancia. Ahora pueden empezar a sanar”.

“Las palabras no pueden describir la emoción que todos sienten. Sí, los profesionales de la policía sí lloran”, agregó.

El vecino Juan Pérez declaró a la cadena televisiva NBC que pocas veces vio a Castro o a nadie más en la vivienda.

“Yo creía que la casa estaba vacía. Pensaba que probablemente él tenía otra propiedad y sólo venía a ver que todo estuviera bien”, señaló Pérez. “Ni siquiera sabía que alguien vivía allí”.

El escape y rescate de las mujeres comenzó con un grito desesperado para solicitar ayuda.

Un vecino, Charles Ramsey, declaró a la televisora WEWS-TV que escuchó los gritos el lunes y vio a Berry, a quien no reconoció, tras una puerta que sólo se podía abrir lo suficiente como para permitir deslizar una mano. Ella intentaba salir a toda costa y pidió ayuda para contactar a la policía.

“Escuché gritos”, agregó. “Estoy comiendo mi (hamburguesa) McDonald’s. Salgo afuera. Veo a esta chica desesperada en su intento por salir de una casa”.

La vecina Anna Tejeda estaba sentada en su terraza con amigos cuando escucharon que alguien gritaba al otro lado de la calle y pateaba una puerta. Tejeda dijo que uno de sus amigos fue allí y le dijo a Berry cómo patear la mampara que cubría la parte baja de la puerta, lo que le permitió salir arrastrándose.

Tejeda dijo que Berry, vestida en pijama y sandalias viejas, estaba nerviosa y lloraba.

Knight desapareció en 2002 a los 20 años y ahora tiene 32, dijo la policía Berry fue vista por última vez a los 16 años el 21 de abril de 2003, cuando le llamó a su hermana para decirle que le iban a dar un aventón desde su trabajo en un restaurante Burger King.

Aproximadamente un año después, DeJesús desapareció a los 14 años mientras regresaba a su casa desde la escuela.

Berry tiene ahora 27 años, de acuerdo con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Las autoridades no proporcionaron la edad actual de DeJesús.

Los intentos por contactar a Ariel Castro en la cárcel el lunes fueron infructuosos.

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