Las obras de la presa El Zapotillo siguen adelante en medio de fuertes medidas de seguridad de la Policía Federal y la construcción de la presa ya reporta un avance de 62%.
Una comisión de nueve diputados del Congreso del Estado visitó la obra para conocer el proyecto técnico, acompañados de representantes de Temacapulín que cuestionaron duramente a los legisladores y dijeron estar “hartos” de promesas.
Los diputados reconocieron que el proyecto de la presa está en manos del Gobierno federal por lo que no pueden parar la obra.
Sin embargo ofrecieron a los habitantes de Temacapulín buscar alternativas para evitar que su poblado sea inundado.
Los visitantes, a bordo de dos camiones foráneos, pagados por los legisladores, fueron recibidos por el director del proyecto, Gilberto Rangel Gómez, director de Infraestructura Hidráulica Urbana del organismo Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Conagua, quienes presentaron el proyecto y señalaron que se tiene contemplado terminar la cortina de la presa en diciembre de 2013.
Pese a que fueron cuestionados por los diputados y representantes de Temacapulín, en relación de presuntas “inconsistencias técnicas del proyecto”, los funcionarios se mantuvieron firmes y no respondieron.
Tras la breve visita, los diputados se dirigieron a Temacapulín donde los esperaban unos 20 habitantes en el reducido cuarto que funciona como Casa de la Cultura y donde les dio la bienvenida el delegado del pueblo, Alfonso Iñiguez Pérez.
La diputada Norma Angélica Cordero Prado le preguntó al delegado que cuántos habitantes había en Temaca.
Don Alfonso en tono molesto le dijo que eran alrededor de 500 personas, pero que había 15 mil hijos ausentes, que ya habían emigrado a otros estados, en Estados Unidos.
“Pero así seamos cien tenemos que defender este tesoro”, subrayó.
Los habitantes exigieron a los diputados que por lo menos no se construya la presa a los 105 metros que se tiene contemplado, sino a 80 metros lo que evitará la inundación del poblado, pero tampoco se dará agua a la Zona Metropolitana de Guadalajara.
“No podemos parar el proyecto. Mucha gente ya inició la salida del pueblo. No podemos hacer más que lo que la ley nos permite”, dijo la diputada Celia Fausto Lizaola, del PRD.
Reconoció que ha faltado información, tanto a los habitantes de Temaca, como a los de Guanajuato.
Eso hace decir a los vecinos que la presa es sólo para llevar agua al rancho de Vicente Fox, o hay quien piensa que es para que en León se embotelle y luego exportarla.
Isaura Gómez, vecina, encaró a los diputados diciendo que no los defendían y que eso no era justo, “quieren inundar tierras fértiles”.
Los lugareños reclamaron a los diputados que como representantes de la población se pongan del lado de las causas ciudadanas y apoyen a la comunidad de Temacapulín.
Les dijeron que desde su posición en el Poder Legislativo tienen capacidad de solicitarle al Gobernador que se apegue a las promesas realizadas y haga lo posible porque se salve el pueblo.
Recordaron que el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, tiene facultades de estructurar el proyecto de tal forma que esto no suceda, y en este posicionamiento se pueden pronunciar los diputados, comenta el delegado.
Los vecinos solicitaron que los diputados sirvan de portavoz de los ciudadanos y así aconsejen al Gobernador, agrega Teodora Carvajal Ornelas, ama de casa y habitante de Temacapulín.
Afirmó que la sensación general de la población es de un pendiente que agobia.
“Que nos quiten esta angustia de que se hace y no se hace. Lo tenemos como un muerto tendido y no lo hemos enterrado. Es un estrés que vivimos aquí de estar pensando que nos van a inundar”.
El diputado Elías Íñiguez, quien fuera alcalde de Yahualica, recibió el reclamo de un vecino que le dijo que desde que andaba en campaña no se paraba en el lugar.
El legislador le contestó que incluso el firmó un acuerdo para dotar de agua a Yahualica, donde hay escasez, y hasta hoy se dio cuenta que el proyecto no contempla dotarlos de agua, “sólo a León”, por lo que los ánimos se calentaron más.
Para calmar a los habitantes, los diputados ofrecieron crear una comisión y buscar instancias y alternativas para no inundar Temaca.

Son pueblos fantasmas

Palmarejo, otra de las poblaciones que serán inundadas, ya es un pueblo fantasma. En realidad es un pequeño rancho, donde hay más de 20 viviendas en paupérrimas condiciones.
En circunstancias similares se encuentra Acasico, y sólo los habitantes de Temaca defienden el terruño.
“La visita puede servir de acuerdo al enfoque que den los diputados. Si van simplemente a cumplir con lo que indica un protocolo, no tiene caso”, comentó Diego Márquez, arquitecto.
Además, la observación que realicen los diputados no debe quedar sólo en ellos, sino que a partir de las impresiones que tengan pueden impulsar la participación de personas expertas en el tema para que la resolución final de la altura de la cortina de El Zapotillo sea la más adecuada al contexto de gestión de agua actual, explica Michel Potenciano, de 26 años.
La construcción de la presa El Zapotillo es una muestra de la falta de visión a largo plazo de las autoridades, porque atiende la problemática del acceso al agua con las soluciones de ingeniería hidráulica de hace 50 años, explica el coordinador de Ingeniería Ambiental del ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente), Ricardo Ontiveros Enríquez.
“Y está documentado que a largo plazo son más los costos ambientales que los beneficios”.
Ontiveros Enríquez está convencido de que no es tarde para revertir los impactos que la presa causaría, pero “con lo que va de avance en la cortina difícilmente podría echarse para atrás. Esperemos que se puedan tomar medidas y que sea la última presa de tales dimensiones en Jalisco.

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