La medicina obstétrica en el estado es capaz de llevar más casos exitosos de embarazos múltiples, puesto que la incidencia marca que más del 95% de los partos de dos bebés o más, son prematuros y tienen más riesgo de no desarrollar plenamente las funciones de sus órganos.
El otro 5% corresponde a los embarazos que se interrumpen de forma natural antes de los cinco o seis meses, y a los que llegan al término de nueve meses de gestación.
La ginecóloga y obstetra Jacqueline Sánchez Segura, cuenta con una maestría en Medicina Reproductiva, Fertilidad y Técnicas de Reproducción Asistida, además de haber sido por seis años directora de la Clínica de Fertilización del Hospital Aranda de la Parra; explicó que este tipo de embarazos son considerados de “alto orden fetal” y de alto riesgo cuando se presenta hipertensión u otras enfermedades crónicas en la madre.
“En pacientes de embarazo triple, de acuerdo a la actividad uterina hay que analizar si son candidatas a la colocación de cerclaje, que es un método por el que se da mayor fuerza al cuello uterino; es un reforzamiento para aguantar un embarazo triple, no se aplica en todas, se valora a quien lo necesita”, comentó.
El objetivo es que los bebés alcancen por lo menos los siete meses de gestación, para que tengan mayores probabilidades de sobrevivir con mejor calidad de vida, pues los principales problemas que se presentan en nacimientos prematuros es un sistema respiratorio deficiente y bajo peso al nacer.
“Cuando logramos un embarazo de 37 semanas y con bebés en buen peso lo vemos como un éxito, pero sí son muy bajos los porcentajes en que un embarazo de alto orden fetal pueda llegar a una edad avanzada y con bebés en excelentes condiciones”, explicó la especialista.
La Secretaría de Salud del Estado no maneja un programa de apoyo para mamás que reciben en un parto a más de un bebé, al menos hasta el primer trimestre de 2013 no ha registrado en hospitales públicos partos de más de dos bebés, sólo se han presentado 120 partos gemelares.
De acuerdo con las cifras de esta dependencia estatal, en las clínicas que coordinan el año pasado se presentaron 542 partos gemelares, mientras que en los municipios de San Luis de la Paz, Irapuato, Celaya y San José Iturbide se registró en cada uno el nacimiento de trillizos.
Las recomendaciones
La ginecóloga Jacqueline Sánchez Segura da algunas recomendaciones para que las futuras mamás puedan llevar un embarazo sano, sobre todo si se trata de uno de alto orden fetal.
Aconsejó vigilar las contracciones del útero y el dolor obstétrico, pues la distensión uterina es del doble o triple que en un embarazo normal, por lo que éste tiende a contraerse. Estas contracciones pueden traer consigo modificaciones en el cérvix y provocar un aborto involuntario.
Además dijo que es conveniente habituarse al consumo de comida sana con alto contenido en nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales.
Llevar una dieta baja en carbohidratos (harinas, pastas, pan, tortilla y bolillo), así como excluir alimentos con conservadores y con picantes.
En cuanto a la actividad física, cuando se trata de un embarazo gemelar la mujer puede hacer hasta 30 minutos de natación o caminata, aunque a las de alto orden fetal a partir de la semana 16 se recomienda reposo.
Sueño hecho realidad
Tras varios años de matrimonio y de esperar la llegada de un nuevo miembro en su familia, a Montserrat Murillo y Adolfo Ávalos el médico les informó que estaban esperando trillizos, lo que los llenó de alegría pero también de miedo, ante el riesgo que un embarazo de este tipo implicaba.
“Me daba miedo emocionarme de más y sentirme parte de ellos por el riesgo que mi embarazo implicaba, fue hasta el momento del parto cuando los vi y los tuvimos en nuestros brazos, que de verdad me creí que eran trillizos”, dijo Montserrat.
El suyo fue considerado un embarazo de alto orden fetal, por lo que el médico le recomendó no hacer ejercicio ni salir de viaje, llevar una dieta balanceada con un consumo recomendable de mil 800 calorías sin sal, harina, azúcar y carne de puerco.
A las 18 semanas en la institución privada en la que fue atendida por la doctora Jacqueline Sánchez Segura, le hicieron estudios morfológicos para detectar alguna malformación.
Además le practicaron un cerclaje o punto de sutura cervical que se aplica para evitar que se abra el cuello uterino, que sirve como punto de apoyo para que el útero pueda sostener el peso de los bebés, y así evitar un aborto.
Dadas las altas posibilidades de que estos embarazos sean prematuros, a los siete meses se le aplicó a Montserrat Murillo un medicamento que sirvió como inductor para el desarrollo pulmonar de los bebés, lo que junto con los cuidados de la mamá permitió que estos bebés sobrepasaran el tiempo gestacional y llegaran a las 36 semanas.
El 15 de febrero el primero en nacer fue Adolfo, quien pesó 2.3 kilos, le siguió Diego con 2.23, y Edson con 1.49 kilos. Los niños fueron llevados del hospital privado a las incubadoras del Seguro Social, donde sólo el más pequeño permaneció 10 días.
“El peso tiene mucho que ver en estos partos, pues la mayoría de los bebés de embarazos múltiples tiene bajo peso al nacer, en este caso nacieron muy sanos y no tuvieron la necesidad de permanecer más tiempo internados, pero esos pocos sí fueron difíciles”, comentó Monserrat.

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