El papa Francisco denunció el jueves el sistema financiero global y fustigó el “culto del dinero”, que según él, explota a los pobres y transforma a los seres humanos en bienes de consumo descartables.
En su primer discurso importante sobre el tema, Francisco pidió a los dirigentes de las finanzas y la política que reformen el sistema financiero para volverlo más conforme a la ética e interesado por el bien común.
“El dinero debe servir, no gobernar”, dijo el pontífice.
Es un mensaje que Francisco emitía reiteradamente cuando era arzobispo de Buenos Aires, y que el papa retirado Benedicto XVI también repetía con frecuencia.
Francisco, que ha expresado claramente su opción por los pobres, hizo estas declaraciones al recibir a un grupo de embajadores recientemente acreditados ante la Santa Sede.