Los cuetes tronaban en lo más alto, los globos azules se elevaban y se perdían en el cielo mientras la familia Cortés Zapata despedía a Ángel Uriel, que fue sepultado tres meses después junto a su madre Iram Eunice.
En febrero pasado Irán fue encontrada muerta en un canal de riego en Valle de Santiago, una noche antes salió de su casa con su novio Sergio Eduardo con quien tenía dos años de relación.
En aquella ocasión, según las autoridades, trascendió que su novio la mandó matar tras enterarse que ella estaba embarazada.
Irán era una joven que siempre estaba alegre, contenta, y con deseos de seguirse superando, estudiaba en la escuela Anexa 18 de Marzo.
Sus padres quisieron cerrar ese capítulo, que durante meses ha hecho sufrir a toda la familia.
Después de tres meses de investigaciones, los abuelos Iram Cortés Busto y Maricarmen Zapata Aguado, recuperaron el cuerpo de su nieto a quien bautizaron con los padres Xaverianos como Ángel Uriel Cortés Zapata, antes de llegar a su última morada.
Ángel Uriel fue el nombre que eligieron porque su hija se encomendó al ángel con el mismo nombre para que todo saliera bien en su embarazo.
En el panteón Villa de la Paz, vestidos de blanco, con globos azules y blancos los esperaban las personas que acompañarían a la familia Cortés Zapata en la despedida del pequeño, que fue separado de su madre cuando falleció, debido a la investigación del caso.
Pulseras de la Divina Infantita se repartieron a todos los presentes, la abuela de Irán se encomendó a ella para que les entregaran pronto el cuerpo de Ángel Uriel.
Minutos después del mediodía de un carro negro se bajaron los padres de la joven, en sus manos cargaban con el cuerpo de su nieto dentro de una pequeña urna gris con un rosario rojo al centro.
“Entre tus manos está mi vida señor, entre tus manos pongo mi existir, hay que morir para vivir”, cantaba la estudiantina y la abuela del pequeño, mientras las manos de las personas se abrían para soltar los globos blancos y azules.
La madre de Irán colocó junto a la urna de su nieto imágenes de ángeles, otros colocaban las flores que llevaron para ambos, pero juntos continuaban cantando alabanzas.
Este momento estremeció a todos, más de alguno comenzó a llorar al recordar la trágica historia que terminó con la vida de Irán Eunice, de tan sólo 17 años.
El ángel fue sepultado ayer en Salamanca.

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