Hace 10 años, la basura, el graffiti y el vandalismo se habían apoderado de la plaza que le pertenecía a los vecinos de la colonia Girasoles.
Los jóvenes usaban el sitio para drogarse, reunirse en bandas y destruir las estructuras que le dan nombre a la plaza: sus tres torres.
Hoy, la Plaza Las Torres es un espacio cultural comunitario, que sirve para desarrollar el arte, integrar a las familias, alejar a los jóvenes de los vicios y detonar la creatividad de los niños.
El rescate de este espacio, ubicado en el centro de las calles Josefina Murillo y Josefina Rincón, en la tercera sección de la colonia Girasoles, comenzó con el proyecto de un muchacho de 16 años: Fernando Krissant Hernández.
Deseoso de ver en mejores condiciones la plaza en la que creció, Fernando creó el proyecto: ‘Rescatando la Plaza de Todos’.
“Lo primero que hice fue buscar patrocinios, personas que me dieran su apoyo, donaciones para mejorar la plaza, botes de basura, pintura, alumbrado; toqué muchas puertas y pensé que en la Iniciativa Privada me iban a ayudar, pero resulta que no.
“Luego conseguí el itinerario del entonces alcalde, José Rivera Carranza, y en un evento me le acerqué y le pedí ayuda, y afortunadamente accedió”, relató Fernando.
Así comenzó la transformación. Los vecinos se organizaron y, con el apoyo del Gobierno, comenzaron la rehabilitación de la plaza, que en ese entonces estaba llena de basura, graffiteada y las tres torres ubicadas en su centro estaban semidestruidas.
Pero Fernando Krissant no se quedó conforme con recuperar su apariencia. Su proyecto de rescate consideraba, además, convertirlo en un espacio cultural, donde las artes y la creatividad lograran los objetivos primordiales: integrar a las familias y alejar a los jóvenes de los vicios.
“Yo tengo la convicción de que el arte es un factor determinante para transformar a las sociedades; y lo vemos en la historia de México, en cada cambio o movimiento relevante, el arte estuvo presente, por eso creo que aquí era importante detonarlo y el arte ha sido y es la clave para el rescate de la Plaza Las Torres”.
Ahora, y desde hace 10 años, cada mes hay un taller o evento diferente, como el de Artes Plásticas, mediante el cual los niños expresan sus sentimientos; el Festival de las Calaveras, donde cada vecino lleva su foto y se coloca en el altar monumental que se elabora en la plaza, entre otros.
Los talleres, cursos, eventos y obras de teatro son impartidos por maestros del Instituto Nacional de Bellas Artes, de la Escuela Nacional de Artes, de la Casa de la Cultura y otras instituciones que laboran sin cobrar un sólo peso.
El resultado: los jóvenes se han alejado de los vicios y las familias participan juntas en los eventos que ahí se realizan.
Fernando donó su proyecto al Municipio, y éste lo ha replicado en colonias como Pinos y San Juanico, en busca de multiplicar el éxito obtenido en la colonia Girasoles.

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