Elementos de la Policía Municipal lograron desarticular una banda de secuestradores la mañana de ayer en la colonia Las Américas, lograron rescatar a 8 centroamericanos que tenían privados de su libertad.
Los rescatados presentaban a simple vista maltrato físico y psicológico.
Las más graves fueron las mujeres, debido a que aparte de tenerlas encerradas, abusaban sexualmente de ellas.
En el lugar de los hechos, los policías lograron la detención de 11 centroamericanos, quienes conformaban la banda “Los Negros”.
Cuatro de ellos responden a los nombres de Octavio Salomón Cruz Montoya, Franklin Alexander Arellano, de 21 años; Edwin Alexander y Miguel Ángel Cruz, todos originarios de Honduras.
Alrededor de las 10 de la mañana, un hombre con vestimentas sucias y rasgadas, pidió apoyo a policías que pasaban por la calle TierrTa de Fuego de la colonia Las Américas.
A simple vista se apreciaba que había sido golpeado.
Con voz temerosa, el agitado hombre comentó que varios de sus compañeros los tenían secuestrados en un domicilio de la calle Perú 364. Tras la denuncia, se implementó un intenso operativo.
Rodeando la periferia de la casa color blanco, de dos pisos, dos policías ingresaron por la fuerza al domicilio.
En cuanto “tronaron” la puerta, los gritos de miedo y desesperación se escucharon hasta la calle, eran gritos de las personas secuestradas.
Sin darles tiempo de nada, los elementos detuvieron a los once presuntos plagiarios.
De acuerdo a la versión de la persona que logró escapar, la banda de secuestradores, raptaba a los centroamericanos a su paso por este municipio.
Cuando los tenían “asegurados” se comunicaban a su país de origen con un intermediario que pactaba con la familia el pago de cinco mil dólares por su libertad.
Tras el rescate de las personas y la detención de los delincuentes, se dirigieron a dos domicilios en la calle Matogroso, los cuales servían como casas de seguridad, catearon dos viviendas sin número.
Los preventivos les “cayeron” por las azoteas, puerta y casas contiguas, pero los domicilios se encontraban solos.
Eduardo Santamaría, director de Seguridad Pública, en una entrevista vía radio nextel comentó.
“Se escapó una víctima y avisó a los policías, el total son ocho víctimas de secuestro, vivas, sanas ilesas, tenemos 11 detenidos, tres armas de fuego aseguradas, en uno de los domicilios que revisamos encontramos medicamento controlado robado.
Mientras era cateado el último domicilio de la calle Matogrozo, el hondureño que escapó, comentó que había otras personas encerradas en la habitación de un hotel.
El convoy se dirigió hasta la salida a León, en el motel Oasis en la habitación 12, lograron rescatar a otras personas que aparentemente también estaban cautivas.
Estas últimas personas dijeron llamarse: Erick Orillano originario de Honduras e Isabel Málaga, originaria de Tierra Blanca, Veracruz.
Al momento del hallazgo, Erick presentaba una lesión de arma de fuego en el abdomen de lado izquierdo, presuntamente a causa de una riña que sostuvo con otro trampa.
Las personas detenidas fueron llevados ante el Ministerio Público Federal, quienes se harán cargo de su situación jurídica.
Mientras que las personas rescatadas, fueron dejadas a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes los entregarán a las autoridades correspondientes.

Montan operativo para rescate de los plagiados

Vecinos de la colonia Las Américas vivieron momentos de desesperación e incertidumbre al ver un convoy de más de cinco patrullas de la Policía Municipal que entraban con los estrobos prendidos y a toda velocidad.
Sin saber de qué se trataba, algunas familias corrían a sus domicilios y otras agarraban a sus hijos y los resguardaban.
Preventivos encapuchados, con chalecos balísticos y empuñando armas largas era lo que se podía apreciar la mañana de ayer.
Iban a rescatar a varias personas secuestradas en la calle Perú.
Los elementos de la Policía Municipal lograron desarticular una banda de secuestradores la mañana de ayer en la colonia Las Américas, de donde lograron rescatar a ocho personas que tenían privadas de su libertad.
El sonido de las armas cortas y largas al momento de “cortar” cartucho paralizaba a las pocas personas, quienes temerosas veían el actuar de los policías.
“¡Hágase para allá. Métase a su casa señora!”, gritaban elementos policiacos que resguardaban las casas “reventadas”.
El convoy entró por la calle Tierra de Fuego, circulando por las calles empedradas hasta llegar a la calle citada.
Donde hubo más incertidumbre fue en la calle Mato Grosso, ya que los preventivos subieron por ventanas hasta dos domicilios, mientras los demás compañeros resguardaban la zona empuñando las armas de grueso calibre.
Nada raro notaron vecinos

Tras el operativo, en una casa de seguridad en la colonia Las Américas, los vecinos aseguran que nunca se percataron de quién vivía en dicho domicilio ubicado sobre la calle Mato Grosso.
  Luego de haber escuchado sirenas de patrullas de Policía y percatarse de la presencia de varios elementos de Policía Preventiva la mañana de este sábado.
Porque habrían localizado una casa de seguridad, donde se habla de un saldo de 11 personas detenidas, ocho migrantes centroamericanos liberados, así como el decomiso de un número no determinado de medicinas y armas.
Los vecinos salieron de sus casas para enterarse de qué era lo que pasaba, sin embargo, no pudieron observar detenidamente el operativo.
“Ayer como a las 9:30 de la mañana se dejaron venir varias patrullas de Policía, eran como ocho patrullas las que llegaron a la calle (Mato Grosso), por el ruido salimos a ver qué era, pero inmediatamente los policías nos decían que nos metiéramos, que no saliéramos porque podría pasar algo”, comentó una mujer, quien aún se mostraba nerviosa pues no dejaba de tomarse las manos.  Continuó: “Imagínate, sin saber realmente qué era lo que pasaba uno piensa lo peor. Ves los policías que andan por las azoteas tratando de detener a las personas, no nos quedó de otra que meternos, la verdad no sabemos bien lo que pasó, sólo que entraron a la casa de la pared blanca”.
Al preguntarle a la mujer sobre quién vivía en esa casa, misma que fue cateada, indicó: “Me creerás que nunca supimos. Hace como 15 días estaban tres albañiles trabajando ahí, decían que ya iban a rentar la casa pero nunca vimos a gente ahí”.
La mujer no estaba informada de lo que realmente había pasado, sin embargo, externó su preocupación: “Uno ya no sabe ni al lado de quién vive. Esta es una colonia conflictiva, falta seguridad, la gente denuncia pero la Policía no hace nada, se siguen juntando en las esquinas las bolitas de muchachos”.
“Esos son los problemas, las banditas de las esquinas que poco a poco van teniendo más problemas, porque quieren demostrar que la zona es suya”.
Los vecinos poco a poco fueron saliendo de sus casas pero aún con miedo de hablar de lo sucedido.
Un hombre de aproximadamente 40 años sin mucho detalle indicó que se trataba de un problema de migración: “Vinieron a sacar a unos migrantes, quién sabe que han de ver hecho o robado y se vinieron a esconder aquí”.
Expresó: “El estar cerca de las vías del tren es un problema, porque hay mucho migrante en la ciudad y más en esta zona”.

Otra de las vecinas comentó que tampoco supo quién vivía en la casa, pues casi nunca se veía movimiento en ésta.
“Yo tengo menos del año viviendo en esta calle, siempre que salgo de casa temprano a trabajar, nunca vi exactamente quién vivía en esa casa, pero se veía que eran muy humildes, pues las cortinas era ropa y se veía que no tenían muebles, pensé que era algún problema de drogas, pero creo que es algo de secuestro o algo así es lo que he escuchado”.
En la calle también nos encontramos a tres adolescentes, quienes dijeron haber visto un operativo como en las películas y fueron más participativos al narrar lo que vieron.
“Desde temprano llegó la Policía y se metieron a la casa donde vivían los migrantes”, expresó un niño de aproximadamente 12 años.
“Nosotros casi todos los días salimos en la noche a jugar futbol, no tenían mucho, apenas la semana pasada vimos a unos muchachos morenos, sucios, algunos traían rastas como los que andan en los trenes, pasaban y se metían a la casa, decían nada.
“Apenas ayer (viernes) unos vecinos dicen que llegaron y metieron a unos hombres, pero como que se estaban peleando, y de pronto ya no se escuchó ningún ruido”, dijo.

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