Los hermanos Iván y Jesús Alvarado siguen sin bajar la guardia en el deporte de los puños en la población de Degollado, Jalisco; ambos están preparados para cuando llegue el momento de vendar sus manos y ponerse de nuevo los guantes.
Los hermanos Alvarado nos revelan qué tan complicado ha sido para ellos sostener ese sueño de llegar a los grandes escenarios del deporte de los encordados y campanazos.
“Ha sido difícil, más cuando en donde radicas existe nulo apoyo para este deporte, pero nos llena de más ganas el saber que no sólo aquí sucede eso, sino en gran parte del territorio mexicano”, dijo Iván un tanto triste.
Su tierra actual es Degollado, aunque ellos nacieron en la capital del estado pero por azares del destino emigraron a tierras tapatías donde se han instalado y con esos sueños de jóvenes deportistas siguen sus entrenamientos.
El gimnasio donde entrenan quizá no tenga las mayores comodidades, es una especie de corraleta acondicionada con costales de arena, una pera fija y uno que otro póster de lo que ha sido las peleas de ambos.
Iván es el más grande de los hermanos Alvarado, asegura que tiene futuro su hermano menor -Jesús- y que por él “la verdad daría todo para que un día suba a un cuadrilátero ya de manera profesional”.
Recordó: “Ya hemos estado muy cerquitas de lograrlo, en Guadalajara estuvimos teniendo algunos combates,, ahí nos vio gente allegada al Canelo Alvarez, pero hay que trabajar y por eso pues no se puede combinar las dos cosas”.
Con el reflejo en los ojos de lágrimas, Iván se comprometió ante la prensa en que “muy pronto voy a lograr que mi hermano menor debute, por lo pronto quiero seguir ayudándolo a entrenar. Él tiene mucho futuro y la verdad me encanta verlo pegarle fuerte al costal”.
Iván insiste en que su familiar es un individuo callado, “no habla mucho, pero es lo contrario cuando sube a un cuadrilátero, eso nos llena de emoción a mí y sus amigos”.
Considera Iván que muchas personas, entre ellos los políticos, a veces se agarran de las carreras de los atletas jóvenes, y cuando “destacan, se llenan de orgullo diciendo que ellos los apoyaron. A mí me encantaría llegar solo, sin el respaldo de esa gente, para cuando triunfe recordarles que alguna vez me negaron su apoyo”.

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