Profepa vigila caminos

La delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con el Ejército Mexicano y Policía Federal (PF), realizó un operativo en el libramiento Salamanca-Celaya para detectar camiones de carga que transportaron residuos peligrosos sin el permiso correspondiente.
Desde las 10 de la mañana, los inspectores de la delegación en Guanajuato con apoyo de policías federales, se apostaron en el libramiento y detuvieron varios vehículos de carga.
De acuerdo con el delegado José Isaac González Calderón, la revisión fue realizada con el propósito de detectar camiones que transportaran ilegalmente residuos peligrosos y que circularan por las carreteras aledañas a este municipio.
Durante el operativo, en total fueron revisados 60 vehículos, sólo detectaron a uno que transportaba residuos y el conductor presentó el permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); así como de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
También fueron detenidos vehículos vacíos pero los inspectores no los revisaron para verificar que no transportaran alguna carga con riesgo.
“Como parte de los operativos realizados a nivel nacional, la delegación de la Procuraduría realiza este tipo de operativos de manera frecuente y sorpresiva, para proteger el medio ambiente y evitar que las empresas desechen los residuos peligrosos en lugares o sitios inadecuados, porque deben hacerlo en centros de acopio autorizados por las instancias federales”, indicó el delegado de la institución.
La Profepa como órgano de fiscalización y vigilancia lleva a cabo de manera periódica éstas actividades para evitar contaminación hacia el medio ambiente.
Ayer fue realizado el operativo en el libramiento en el municipio de Salamanca, sin embargo las revisiones son aplicadas en diferentes carreteras que atraviesan por Guanajuato, según revelaron las autoridades.
Los agentes de las diferentes corporaciones de seguridad federales, fueron los encargados de llevar a cabo los operativos, se colocaron a la orilla de las carreteras y fueron los que detenían a los conductores que presentaban alguna sospecha sobre su cargamento.