Chivas y Atlas iniciaron una novela en torno al mochiteco, Omar Bravo, pues, pese a que el delantero aún tiene contrato por seis meses más con los rojinegros, el Rebaño anunció de manera oficial que volverá al club.

Esta situación no es nueva en el futbol mexicano, que se ha acostumbrado a este tipo de escándalos en el mercado de fichajes y, para muestra, la polémica llegada de Francisco Javier “Maza” Rodríguez con el América, una contratación que generó gran polémica por su pasado en Chivas.
El “Maza” dijo que le sedujo el proyecto azulcrema; sin embargo, los seguidores del Rebaño no le perdonaron su pase al acérrimo rival, en un caso muy similar al de Ramón Ramírez, quien se convirtió en un ídolo para los tapatíos pero en el Verano 1999 pasó al América.
Se han dado varios casos de pase de Chivas al América y viceversa, pero los que más han generado polémica han sido, además de los citados, los de Oswaldo Sánchez, Luis García, Ricardo Peláez y Javier Aguirre.
En el caso del traspaso de Carlos Hermosillo a Chivas la polémica no fue tanto por su amplio pasado en las Águilas, sino porque dejó al Cruz Azul, un club que parecía ser el de sus amores y con el que logró la corona en Invierno 1997.
Enrique Borja protagonizó uno de los primeros escándalos en el mercado de fichaje, pues en principio no quería dejar a Pumas para marcharse al América, aunque terminó cediendo y se convirtió en un ídolo para la causa azulcrema.
Con sus goles, Borja fue uno de los primeros héroes del equipo universitario y su negativa para irse al equipo de Coapa siempre estuvo latente. “No soy un costal de papas”, dijo el delantero cuando negociaban las Águilas por él. Sin embargo, terminó por marcharse para continuar su leyenda en el futbol mexicano y ser uno de los artífices de la rivalidad entre Pumas y América.
Hugo Sánchez, antes de irse del equipo universitario a España, dijo que si volvía a México sería para jugar en cualquier club excepto las Águilas, sin embargo, el América lo tentó y el “Pentapichichi” terminó por vestirse de amarillo y azul.
La rivalidad deportiva no es el único motivo por el que se generan estas polémicas, muestra de ello es la situación que vivió Francisco Fonseca cuando pasó al Atlante, pues la operación estuvo a punto de caerse debido a las trabas puestas por Tigres, equipo al que el “Kikín” le cobraba un adeudo.
Gerardo Torrado dejó a los Pumas en el 2000 para probar suerte en Europa, cuando quiso regresar, en el 2005 a Cruz Azul, los universitarios pusieron varias trabas, por los que los celestes tuvieron que pagar una indemnización por “derechos de formación”.

Un caso muy similar vivió Aarón Galindo, quien dejó a Cruz Azul y luego, cuando volvió a México. Las Chivas tuvieron que negociar con los cementeros.
Esos son algunos de los casos en el futbol mexicano de fichajes polémicos.

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