El pasado 1 de abril, Luz María salió de su casa, ubicada cerca de Ibarrilla, para ir a visitar a su papá, quien vive en la colonia El Penitente.
La menor, de 14 años de edad, tenía que atravesar un arroyo y una serie de baldíos para llegar a la casa de su papá. Pero Luz nunca llegó a su destino.
Siete días después de haber salido de su hogar la encontraron muerta, con los mallones bajados y con rocas y una llanta encima de su cuerpo, en el lecho seco del arroyo El Penitente.
A pesar de las evidencias de violencia física y sexual, las autoridades de Justicia determinaron que Luz había fallecido de un infarto y archivaron el expediente. Para la Procuraduría, aquel fue un caso de muerte natural, no un homicidio.
“Yo digo que no fue cierto que murió de un infarto, la gente que la miró donde la encontraron decía muchas cosas. Yo no creo que murió de eso, nunca lo voy a creer, nunca se sintió mal de nada, yo la veía muy bien”, aseguró María de la Luz Alvarado Murillo, la mamá de la adolescente.
El papá de la menor, José Guzmán, relató que cuando acudió a identificar el cuerpo, no lo dejaron llegar al arroyo. El cadáver se lo entregaron en un ataúd sellado.
Ante la duda de si efectivamente el cuerpo encontrado era el de su hija, el papá pidió una prueba de ADN, pero la Procuraduría se la negó.
“Es mucho dinero para desperdiciarlo, me dijo un licenciado, el cuerpo ya está reconocido por la mamá”.
El cuerpo de la menor fue hallado a escasos 300 metros de la colonia donde vive su papá.
El centro de derechos humanos Las Libres consiguió las fotografías que tomaron los peritos del Servicio Médico Forense, que refuerzan la hipótesis de que se trató de un homicidio.
En las fotos se observa el cuerpo de Luz cubierto con piedras y con una llanta, además de tener bajado el mallón o pantalón que llevaba puesto el día de su desaparición.
“Este caso es bastante complejo. Efectivamente la Procuraduría no sabe bien a bien qué pasó, fundamentalmente porque no hizo una buena investigación desde el principio. Minimizó el problema”, reprochó Verónica Cruz, directora de Las Libres.
Dijo que luego de revisar el expediente de Luz María, han encontrado fallas, como el hecho de que nunca permitieron ver el cuerpo a sus familiares, no se hizo prueba de ADN, ni tampoco se investigó la posible violación, a pesar de que había indicios de abuso sexual, por estar semidesnuda.
Además, dijo que la Procuraduría mintió, ya que en el expediente se menciona que la mamá reconoció el cadáver, pero la mujer ha negado esa versión.
La mamá, quien trabaja en limpiar el templo de la comunidad de Ibarrilla, aclaró que ella nunca vio el cuerpo.
“Sellaron el cajón (ataúd) y no me dejaron verla, incluso cuando a ella la encontraron allá, no me dejaron arrimarme porque estaba sin ropa. Me dijo un señor que la vio: ‘¿Por qué si dicen que fue un infarto iba a estar sin ropa?’. Otra persona me dijo que un policía que la vio le platicó que estaba abierta del cuello. Yo no sé leer ni escribir, el papá de mi niña es el que sabe más de cómo van las investigaciones. Es lo malo de no saber nada, porque uno no sabe defenderse”, dijo la madre de Luz, mientras señalaba el lugar donde encontraron a su hija, quien el próximo 9 de septiembre cumpliría 15 años.
Aseguró que su hija tenía un novio drogadicto, al que tampoco se ha investigado.
“Tenía su novio, pero casi nunca andaban juntos porque al muchacho lo internaban a cada rato para que no se drogara”.
En el sitio donde hallaron su cuerpo hay una cruz blanca, del que cuelgan 4 rosarios de madera; además hay una imagen de un ángel y algunos ramos de flores que le llevan sus familiares y amigos.
Su hermano Ramón, de 13 años, era con quien más convivía Luz.
“Yo casi siempre andaba con ella cuando salíamos a la calle, pero ese día se fue con sus amigas. Mi hermana era muy alegre y no creo que tuviera problemas con nadie, había veces que le decía a mi mamá que iba ir a la casa de mi papá donde vive con otra señora, pero siempre regresaba. Los días que duró perdida la buscamos, pero no encontramos nada, hasta que nos avisaron que la habían hallado aquí”, dijo con los ojos llenos de lágrimas mientras observaba la cruz de su hermana, colocada en el lecho del arroyo, rodeado de enormes rocas y mezquites.
Récord de homicidios
De enero a la fecha han ocurrido en Guanajuato 28 asesinatos de mujeres, lo que ubica al estado en el primer lugar nacional, aseguró Verónica Cruz, directora de Las Libres.
En comparación con 2010, se tiene un crecimiento de 126% en el número promedio de homicidios de mujeres y de 33%, en comparación con los casos registrados en 2012.
En 2010 hubo 32 casos, lo que da un promedio de 2.6 al mes; de enero a mayo de este año sumaron 28 asesinatos, es decir 5.6 al mes.
De los 28 casos ocurridos en 2013, sólo tres han sido reconocidos como feminicidios por las autoridades de Justicia de Guanajuato.
León es la ciudad con más casos este año, con un total de 9.
“A la sociedad nos afecta que haya asesinatos contra las mujeres y si no hay castigos esto va en aumento. Entonces el Gobierno nos tiene que garantizar la no repetición social y para eso tiene que desplegar todo: leyes, políticas públicas, dinero y recursos públicos, para hacer una prevención, una atención y una sanción efectiva a los hombres violentos y tiene que mandar un mensaje social público contundente”, reclamó Verónica Cruz.
Por desgracia, dijo que el Gobierno de Guanajuato no ha actuado a fondo para frenar la violencia de género.
Expresó que el error que sigue cometiendo el Estado es ver a la violencia contra las mujeres como un conflicto y no como un delito.
“Si siguen conciliando la violencia y ordenando a las mujeres que se ‘arreglen’ con sus violentadores, continuarán abonando a la impunidad”.
Frenan investigación
Sentada en una piedra afuera de su casa en la colonia Valle Hermoso, la señora Paulina Caudillo Ramírez pidió justicia para su hija María Alejandra Negrete, asesinada el pasado 31 de enero en la colonia Ribera de la Presa.
La mujer de más de 60 años de edad, platicó que desde la muerte de su hija las autoridades no le han informado nada. María Alejandra fue encontrada degollada y con golpes en algunas partes de su cuerpo.
“Hasta ahorita no sabemos quién le hizo ese daño a mi hija. Ese día se salió de la casa muy tranquila, ya era noche. Era en enero y hacía mucho frío. Me dijo: ‘Ya me voy mamá’. Luego, cuando la encontraron, no me querían decir nada”.
Juana Negrete Caudillo, hermana de la mujer asesinada, mencionó que las investigaciones no avanzan.
“Según eso que los han estado buscando a los que la mataron, pero no han dado con ellos, a la vez se sospecha de las amigas que andaban con ella, pero pues no las han detenido y sólo las llamaron a declarar y no pasa nada”.
María Alejandra tenía 26 años de edad y su cuerpo fue encontrado en un terreno baldío a 6 cuadras de su casa.
“Ella se salió un miércoles en la noche y al día siguiente fue cuando nos vinieron a decir que la habían encontrado muerta cerca de la calle Presa de la Soledad. Sí salía por las noches, había veces que se iba y se tardaba hasta dos días en regresar, pero no peleaba con nadie, no era problemática con nosotros como hermanas”, recordó Juana Negrete.
Los hermanos de la mujer asesinada y su mamá se hicieron cargo de los 6 hijos que quedaron huérfanos.
“Yo la identifiqué, estaba toda golpeada de la cara, pero eran como de puño cerrado. Yo me imagino que cuando ella se quiso defender fue cuando sacaron y la degollaron. No sé por qué se ensañaron así”, dijo su hermana conmovida.
‘La vida no tiene precio’
La familia de Alicia Rodríguez Valdivia, asesinada el 25 de febrero en un hotel de la avenida Miguel Alemán, exige justicia.
El asesino ya fue detenido, pero temen que salga de la cárcel.
“Mi otra hermana me platicó que le ofrecieron un dinero para retirar la demanda, pero ella dice que no, que la vida de nuestra hermana no tiene precio”, dijo Marina Rodríguez.
“Lo que le pasó a mi hermana fue muy feo, el fulano (asesino) está preso, tiene la demanda puesta todavía, pero para nosotros ya nada es igual. La casa está muy triste, mis papás y sus hijos la recuerdan mucho”.
La mujer fue encontrada estrangulada con una cinta en un cuarto de hotel.
Vivía en casa de sus papás en Santa Rosa Plan de Ayala, con dos de sus tres hijos de 3 y 15 años de edad.
“Ella salió en la mañana a trabajar aquí por (la harinera) El Beleño en una fabriquita chiquita, donde hacían comida para los perros. Se despidió como todos los días, pero no sabíamos que le iba a pasar eso, hasta los dos días nos dimos cuenta”, recordó la hermana.
Dijo que la hija de la víctima se comunicó con una tía para informarle que su mamá no había regresado a la casa a dormir. Ambas acudieron a presentar la denuncia de su desaparición en el Ministerio Público.
Un día después, un hermano de Alicia se dio cuenta a través de un periódico del hallazgo de una mujer muerta en un hotel.
“Fue como nos enteramos que era ella, ya tenía como dos días que estaba allá (en el Servicio Médico Forense)”.
Aceptó que sí conocían de vista al presunto homicida, vecino de la colonia Vibar. Sin embargo dijo desconocer qué tipo de relación tenía con su hermana.
La detención del asesino se dio porque los familiares de Alicia lo identificaron a través de las grabaciones de las cámaras con que cuenta el hotel, y éste al momento de rendir su declaración confesó que tenía un pacto suicida con la víctima.
Mueren víctima y agresor
El pasado 27 de enero, Jessica Berenice González Acosta, de 21 años, fue quemada con agua de celaste por su esposo, en su domicilio en la colonia La Piscina.
Al parecer, en medio de una discusión, Ricardo Frausto Ávalos, esposo de Jessica, comenzó a rociarla con un solvente, para después prenderle fuego. Los vecinos al escuchar los gritos de Jessica, llamaron a las autoridades, lo que provocó que Ricardo se alarmara y comenzara a prenderse fuego él también.
Al llegar las autoridades, pudieron apagarlo, y llevarlo al Hospital General Regional en calidad de detenido. Jessica murió por quemaduras de segundo y tercer grado en gran parte de su cuerpo. Días después, Ricardo también falleció.
La señora Hermelinda Acosta, mamá de Jessica, es quien actualmente se hace cargo de la única hija que procreó el matrimonio fallecido, la cual cuenta con apenas 4 años.
“En la asociación Las Libres, que está por Delta, al principio me ayudaron con una psicóloga para la niña, pero ya no la llevo”, dijo la mamá.
Consideró que el caso ya está cerrado, tras la muerte del asesino.
“A él le iban a dar 36 años (en la cárcel) pero falleció. En el último novenario de Jessica nos avisaron que había fallecido (11 días después)”.
Hermelinda maneja con mucho hermetismo la muerte de su hija. Prefiere olvidar la tragedia y dedicarse al cuidado de su nieta.
Las muertas de 2013
Forma en que fueron asesinadas
Baleada 21%
Golpeada 21%
Apuñalada 17%
Asfixiada 13%
Estrangulada 12%
Quemada 8%
Degollada 4%
Sin dato 4%
Lugar donde se encontró el cadáver de las mujeres
Su casa 25%
Lote baldío 13%
Canal/arroyo 9%
Camino de terracería 17%
Cuarto de hotel 4%
Su trabajo 8%
En la calle 8%
Cajuela de auto 8%
Fosa 8%
Sin dato 4%
Sus edades…
Menos de 10 años 4%
11 a 20 años 17%
21 a 30 años 37%
31 a 40 17%
41 a 50 años 4%
Más de 50 años 8%
Sin dato 13%
Casos en los últimos 3 años
2.6 Casos al mes en 2010
4.6 Casos mensuales en 2011
4.5 Casos al mes en 2012
5.6 Casos mensuales en 2013
Fuente: Procuraduría de Justicia de Guanajuato y Centro Las Libres