Es la celebración de los 50 años de vida sacerdotal del Padre Víctor Aguilar Funes, motivo de festejo y reunión de amistades y feligreses, y ante la importancia de la ocasión el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, visitó por primera ocasión San Francisco del Rincón.
Desde las 11 de la mañana comenzaron a reunirse varias personas en la entrada de la ciudad por la calle Madero, en donde el Padre Víctor Aguilar saludaba y recibía a familiares, amigos y seguidores católicos que llegaban de diferente procedencia.
Personas de León, San Felipe, Guanajuato y los mismos habitantes de la ciudad formaron un importante contingente que esperaban la llegada del Arzobispo de León para caminar con el sacerdote festejado a lo largo de la calle Madero hasta la parroquia de San Francisco de Asís.
Al momento de su arribo, el Arzobispo fue recibido por el señor Cura Andrés de Jesús Torres, quien acompañó también al Padre Víctor y quien resaltó que gracias a la relevancia de esta celebración se contaba por vez primera con la visita del Arzobispo en la ciudad.
Cuando el Padre Víctor saludó al arzobispo Alfonso Cortés, recibió de parte de la autoridad eclesiástica una felicitación por sus 50 años de servicio sacerdotal y por el ejemplo que ha sido en su camino sirviendo a Dios.
Acto seguido, se emprendió la marcha hasta la parroquia, encabezada por el Padre Víctor Aguilar, el arzobispo Alfonso Cortés y el señor Cura Andrés, quienes fueron escoltados por un contingente de feligreses y la banda de la milicia de San Miguel Arcángel.
Para el momento, la parroquia de San Francisco de Asís se encontraba llena en su totalidad esperando por el inicio de la misa concelebrada en honor al sacerdote Víctor Aguilar Funes, en la ocasión asistieron 30 sacerdotes.
Seguridad Pública y Protección Civil realizaron una importante cobertura resguardando a las personas que participaron en la celebración, desde la caminata por la calle Madero, la ceremonia y el traslado más tarde al salón “El Alazán”.
Festejan a Padre Víctor Aguilar
Es la celebración de los 50 años de vida sacerdotal del párroco, motivo de festejo y reunión de amistades y feligreses.