“Esto es de todos los años y no nos han hecho caso, y ahora que pavimentaron la calle de un lado, el agua inundó más nuestra casa”, dijo Juana Muñoz, quien recibió el inicio de la temporada de lluvia con la invasión del agua en su vivienda y en al menos otras tres viviendas afectadas.
Alrededor de las diez de la noche, los habitantes de la colonia San Silvestre de Purísima del Rincón –colindante a la de El Carmen- notaron que la lluvia había propiciado que el escurrimiento pluvial aumentara de nivel rápidamente, provocando a su vez que las casas ubicadas junto a un desnivel de la vía pública, se metiera en ellas al menos a treinta centímetros.
Algunos muebles se afectaron -aún con los bloques de madera que en otras ocasiones han colocado debajo ellos- así como las recámaras, cocina de una de las casas y una tienda de dulces.
Los afectados contaron que Bomberos y Protección Civil acudieron al recibir los reportes, dotándoles a algunos de costales para que ellos mismos los llenaran de tierra para usarlos de contención en la entrada de las viviendas.
En otra de ellas, los elementos de Rescate ayudaron a desazolvar el agua turbia que se había estancado dentro de ellas, pues el nivel era de más de alrededor de cuarenta centímetros, mojando camas, ropa y a los cuatro niños de uno a cuatro años de edad.
Cabe mencionar que recientemente se pavimentó la calle Arroyo del Mogote, y los afectados creyeron que esta obra terminaría con el problema que año con año les ha afectado, pero no fue así.
“Cuando le dijimos al encargado de la obra que cuidaran que el nivel del pavimento fuera construido para evitar que se nos metiera el agua, pero hicieron lo contrario. Nunca en los 16 años que tengo viviendo aquí se había metido tanto como esta vez”, mencionó María Angélica Calderón, quien vive con nueve familiares en otra de las viviendas afectadas.
En su casa optaron por colocar un dique de ladrillos en la puerta de entrada, esperando que el medio metro de altura de ésta mitigue su preocupante situación de cada año.
Juana Muñoz afirmó que uno de sus hijos ha padecido de bronquitis crónica desde muy pequeño, lo que atribuye a la humedad que impregnan las continuas inundaciones.

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