Esta es la historia de dos estudiantes de secundaria: una a la que llamaban “Dientes de Caballo” y la otra a la que lanzaban insultos, y que junto con su escuela le dieron la batalla al bullying.
Estudian en la Secundaria General No. 5 “Salvador Zúñiga”, donde desde hace un año los maestros decidieron que ahí, entre sus mil 687 alumnos divididos en 36 grupos, no cabe la violencia.
Y entonces liderados por el director Franco Fierro Ramírez y el subdirector José Omar García Corona, le declararon la guerra al también llamado “acoso escolar”.
Es bien sabido que en las escuelas, con mayor intensidad en las secundarias, los adolescentes gustan de molestarse entre sí.
AM recorrió varias de ellas y los muchachos suelen contar las historias que los rodean: los compañeros que cuando salen de clase buscan un lugar cercano para agarrarse a golpes, la alumna que a través del Facebook es hostigada por ser inteligente, por ser bonita o por cualquier razón que no les guste.
Todos vs. el bullying
De acuerdo a la Secretaría de Educación Pública (SEP) el acoso escolar es tan grave, que tan sólo en el Distrito Federal en 2010 un total de 190 jóvenes se quitaron la vida por la violencia que sufrían en la escuela.
En el País, datos del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, indican que el 8.8% de los niños de primarias ejercen bullying y 5.6% en las secundarias.
En ese recorrido por las secundarias, AM se topó con un alumno de 14 años en la secundaria, a quien compañeros y compañeras molestan por ser homosexual.
“En una ocasión una chava me dijo que me iba a llevar una manifestación a mi casa por no hacerle caso, y había un compañero que siempre me insultaba y me decía cosas ofensivas, movía a otros a que también me insultaran, pero yo platiqué con mis maestros, con mi mamá y me apoyaron”, contó este joven.
Cada adolescente afronta el acoso como mejor puede, algunos se quedan callados, otros abandonan la secundaria, pero en “Salvador Zúñiga” tienen aliados.
“Desde el año pasado hemos tratado de realizar un proyecto que nos llevara a certificarnos como escuela libre de bullying, revisamos qué acciones al interior del aula se pudieran realizar para que los alumnos se sintieran seguros en la escuela, se sintieran protegidos todos”, explicó el director Franco Fierro.
El maestro Omar García se encargó junto con otros maestros y alumnos de implementar el programa contra el bullying.
Lo primero que hicieron fue informar a los padres de familia sobre el reglamento y la prohibición de conductas violentas y el acoso. Realizaron conferencias sobre el bullying. Obtuvieron el apoyo de la USAE con dos psicólogos y de la Universidad de Guanajuato con otro más.
Y desde entonces las medidas disciplinarias se aplican al pie de la letra para evitar la violencia.
“En la escuela tomamos una medida disciplinaria, un asunto es que un alumno tenga un conflicto con otro, pero llamamos bullying o asociación colectiva cuando se invita a los demás a dirigirlo a un solo alumno”, expuso García Corona y añadió: “En la escuela por vía de las normas disciplinarias son muy sancionadas todas esas conductas colectivas, es decir, aquel alumno que detonó en los demás ir a agredir a uno solo, porque el bullying es la asociación colectiva sobre uno”.
Dentro del Proyecto Educativo Escolar, tienen incluido como tema importante el combatir el bullying.
En la “Escuela para Padres” se habló sobre este tema, todos los alumnos tienen un maestro tutor que los motiva a realizar un proyecto de vida y les llama a no intervenir en conductas colectivas.
“Tuvimos 36 sesiones dirigidas por subdirectores, psicólogos y director, nos repartimos todos los grupos con la temática del bullying dirigida a ese compromiso de revisar las conductas de los alumnos, en qué deseamos que no incurran”, informó el director.
Hicieron un barrido por todos los salones para identificar los casos de acoso escolar y en total identificaron 6.
“El tratamiento que hacemos es canalizarlos con el psicólogo, dialogar con el grupo, se les manda llamar a los que están activando las conductas colectivas. Primero se atienden con el psicólogo con trabajo social, en subdirección y en su caso dirección. Y si se requiere por un cambio de escuela u otra decisión se le manda llamar al padre de familia”, expuso el profesor Omar.
En esa secundaria las conductas que detectaron eran sobre todo abusos como quitarles su lapicera, les roban su torta, se la comen, se las tiran y por último la agresión física.
“Casos de agresiones físicas hubo dos de los 6, primero tiene que ser una sanción disciplinaria hacia los alumnos, segundo, el tutor o el maestro responsable de la clase deja un tema de reflexión a sus alumnos”.
En esta secundaria los jóvenes que ejercieron la violencia se convirtieron en conferencistas y tuvieron que pasar a los grupos a explicar qué era el bullying.
“Los alumnos pensaban que no los íbamos a sancionar o decir nada pero anduvieron en los grupos explicando qué era el bullying, los que físicamente agredieron a un niño”, comentó el profesor de la secundaria.
En esta secundaria está claro que las conductas violentas colectivas se castigan con amonestación, suspensión, trabajo extraescolar y en muchas ocasiones es necesaria la terapia con el psicólogo.
Qué es el bullying
(acoso escolar)
Es un tipo de violencia que se produce entre niños y adolescentes; no diferencia niveles socioeconómicos y se caracteriza por el maltrato psicológico, físico o verbal dentro de la escuela.