Víctima de un infarto fulminante resultó Víctor Manuel Carrillo Urquieta “El Pibe”, cuando se encontraba en la colonia Las Joyas el pasado miércoles, donde se llevó a cabo la colocación de la primera piedra del Politécnico.
Fue un entusiasta líder de los industriales de la masa y la tortilla, además de un gran deportista, así como un apasionado del futbol y fiel seguidor del cuadro esmeralda.
“Su muerte fue repentina. El miércoles estuvimos en el evento que se llevó a cabo en Las Joyas, donde estuvo Bárbara Botello y el gobernador Miguel Márquez. Justo al terminar el evento, cuando ya nos retirábamos se desplomó, fue víctima de un infarto”, señaló su compañero Jaime Borrego.
A pesar de que se le brindaron los primeros auxilios no fue posible salvarle la vida. Lamentan sus compañeros que tuvieron que pasar 20 minutos para que la ambulancia pudiera salir del lugar debido a que otros carros no la dejaban salir.
“Fue una pena su muerte. Tal vez si no hubieran dejado encerrada la ambulancia se pudiera haber salvado su vida”, añadió su compañero.
Víctor Manuel Carrillo era conocido por sus amigos como “El Pibe”. No sólo era un gran aficionado al futbol, sino a la fiesta brava. Era frecuente asistente a las corridas de toros.
“El Pibe” nació el 20 de agosto de 1954 en León. Sus padres Salvador Carrillo Vidaurri y Socorrido Urquieta.
De profesión contador público, durante algunos años trabajó en la empresa Emyco, donde también fue un incansable agente viajero.
Hace 30 años contrajo matrimonio con Hilda Nava Zúñiga, cuyo padre, Juan Nava, estaba dedicado a la industria de la masa y la tortilla, por lo que se interesó e inició su propio negocio en la colonia San Marcos.
Con Hilda Nava procreó seis hijos: Víctor, Diego, Pamela, Leonardo, Aranza y Paola.
Dijo que el sueño de su esposo siempre fue el de echar a andar una gasera; recuerda Hilda Nava que fue un luchador, no solamente con todo lo que tuviera que ver con su familia, sino también con sus compañeros de trabajo. Asegura que en todo momento buscaba beneficios para todos los tortilleros; un hombre que entregó su vida al trabajo y una gran persona.
Ya metido de lleno en el negocio de la tortilla se afilió a la Federación a la que pertenecía desde hace 25 años.
Fue un incansable luchador del gremio hasta conseguir apoyos con programas federales.
“Una de sus mayores ambiciones era la producción de tortilla de soya. Ya se aprobaron las pruebas y estaban por producirse masivamente. Le interesaba el combate al hambre y pugnaba por una población mejor alimentada”, señaló Jaime Borrego.
Apenas en abril pasado logró que se inaugurara la propia planta de gas para abastecer el combustible a los tortilleros, a un precio más bajo y kilos reales.
También logró programas de apoyo como “Promasa”, donde el Gobierno les da 50 centavos por cada kilo que produce, además de “Capital Semilla”, donde se da apoyo a los industriales de la masa y la tortilla para la compra de maquinaria y renovar los negocios.
Este viernes fueron incinerados sus restos. La Federación llevará a cabo un homenaje póstumo y un reconocimiento a su labor.
Recuerdan a Víctor Manuel Carrillo como líder entusiasta
Muere “El Pibe” de un infarto; amigos y familiares destacan sus logros y ambiciones, como el querer combatir el hambre.