Los delitos constantes en el municipio encienden “focos rojos” en la ciudadanía, uno de ellos en auge, es el robo de las baterías de los carros, puesto que en cuestión de minutos, los ladrones son capaces de abrir el cofre del vehículo, quitarle la batería y darse a la fuga sin ser vistos y menos detenidos.
Una batería de automóvil, puede ser vendida en casi cualquier negocio que se dedique a la venta de autopartes o recicladora; los compradores suelen pagar desde los 130 hasta 160 pesos, sin pedir facturas, ni referencias.
Algunos de estos lugares, revenden las baterías como seminuevas, proveyéndoles a los clientes un producto más barato, aunque sin garantías o con una de tres meses; en el caso de las recicladoras, éstas las envían a lugares especializados para que se puedan realizar nuevos acumuladores, sustrayéndoles el carbón y hasta los componentes de plástico que son altamente reciclables.
Sin embargo, aunque la finalidad de los acumuladores puede ser variable, el robo de esta parte indispensable de un vehículo, se ha convertido en un grave problema en la Zona Centro del municipio.
Un vecino de la calle Moctezuma, quien pidió anonimato, comentó que dos veces ha experimentado el robo de su batería en esa calle, dando además ejemplos de algunos de sus vecinos de las calles Vallarta, esquina con Dr. Liceaga, los cuales prefieren quitar el acumulador de sus vehículos en la noche y después volverlos a conectar en la mañana con la finalidad de evitar un robo. 
Los dueños de los vehículos, son los que tienen que desembolsar más de mil pesos por un acumulador nuevo, por este motivo, un vendedor de autopartes de la calle Esperanza confiesa que “nosotros vendemos baterías usadas y cuestan 300 pesos, pero si el cliente nos deja la suya se la puede llevar por 250 pesos”, y de esta forma el ahorro es más que significativo.
Pero para Alejandro López, un comerciante que frecuenta la Zona Centro, el robo de baterías existe de forma esporádica, sin embargo, añade que lo que se ha generalizado más, es el robo a transeúntes pues “no hay vigilancia, a un amigo le robaron a las 12 del mediodía y nadie hizo nada”, comentó.
Aunque la demanda de estacionamientos en la Zona Centro es demasiada, existen personas que no los utilizan por el costo que genera en los bolsillos de los paseantes y comerciantes.
La existencia del Grupo Delta, no ha disminuido los índices delictivos en el Centro de la ciudad, a decir de los propios comerciantes y transeúntes que circulan por esta concurrida zona.
Oliver Rodríguez, estudiante y visitante de la Zona Centro, comentó “que debe haber más vigilancia, y aparecerse (en referencia al Grupo Delta) un poco más en la zona, porque la gente ni los conoce”.
El robo de baterías en zonas como las calles Matamoros, 20 de Noviembre o Quintana Roo, son más frecuentes los sábados, por el tianguis que se pone en la calle Pedro Moreno.
El tianguis concentra gran cantidad de visitantes y los estacionamientos se ven rebasados por los usuarios, por lo que muchos tienen que dejar su vehículo en la vía pública con el peligro que representa.
Los vecinos de la zona, urgen a la Policía por más vigilancia.

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