Además de ser la principal fuente económica de León desde hace siglos, la industria del calzado puede presumir de calzar al Papa Benedicto XVI, quien quedó encantado con los dos pares que le obsequió la empresa Ackerman en su visita a esta ciudad.
Hoy Armando Martín Dueñas, el zapatero de tercera generación cuya compañía de 56 empleados elaboró ambos pares de zapatos, estudia la talla y el estilo del Papa Francisco para crear el par ideal para él.
Desde el año pasado, año de la visita papal, su negocio ha crecido casi un 30% y parece que ha sido devuelto el orgullo a esta ciudad que ha sido la capital de la piel y el calzado de México durante 400 años.
“Ha fortalecido a toda nuestra industria”, afirmó Martín Dueñas. “Demuestra que México ha estado haciendo la tarea. Nuestros productos ahora son aceptados en todo el mundo”.
Cuando el Papa Benedicto XVI se retiró en febrero, los funcionarios del Vaticano fueron bombardeados con preguntas fastidiosas, entre ellas una que puede haber parecido extrañamente trivial: ¿conservaría los característicos zapatos escarlata del pontificado?
La respuesta sencilla fue un no. El Papa en retiro estaba muy feliz con los mocasines en color rojo obispo hechos a mano que le obsequiaron en León, y sería su calzado de elección en el retiro.
Para Martín Dueñas, hacer zapatos para el Papa fue simplemente un esfuerzo para ser cordiales y mostrar a México en una luz diferente: no como un País plagado de violencia y corrupción, sino como un País con talento, en un oficio conocido para los residentes de Roma.
La respuesta fue limitada al principio. Luego llegó la noticia del retiro -y de los mocasines. Cuando se convirtieron en un éxito público, la demanda se disparó. Martín Dueñas dijo haber recibido llamadas y correos electrónicos de todo el mundo para comprar los zapatos.
Mientras tanto, planea vender las versiones en rojo obispo y negro de los zapatos del Papa Benedicto directo desde el sitio en internet de su compañía.
No hace mucho tiempo, esta ciudad de 1.2 millones de habitantes, en un área de las llanuras centrales conocida por la minería, la emigración y un fuerte catolicismo, se sentía principalmente acosada. Aproximadamente el 70% de los zapatos hechos en México se producen en León y sus alrededores, y en las protestas del 2008 contra el plan del Gobierno para recortar los aranceles que protegen a la industria, los fabricantes de zapatos sostenían carteles en los que pedían a la Virgen María que los protegiera de China y sus importaciones baratas.
Algunos representantes de ventas de esta ciudad aún dicen que los productores asiáticos perjudican a su negocio, pero la industria en general ya no parece estar en una espiral descendente. Aún después de que los aranceles fueron disminuidos de manera significativa en el 2011, la industria del calzado en Guanajuato ha mantenido un constante crecimiento de aproximadamente un 5% anual, de acuerdo con su asociación de fabricantes de calzado.

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