Añoran “catenaccio”

El técnico Cesare Prandelli siempre ha desestimado el despreciado “catenaccio”, catalogado por muchos como antifutbol, considerándolo una reliquia del pasado.
Sin embargo, quizá deba mirar un poco hacia atrás para resucitar un estilo de juego que hizo de Italia uno de los equipos más difíciles de enfrentar por el embudo defensivo con que pretendía cerrar los caminos de su arco a los rivales.
A Italia le metieron ocho goles en sus tres partidos en la Copa Confederaciones, la mayor cantidad que haya cedido esa Selección en la primera rueda de un torneo.
Los goles fueron aumentando como un racimo de un partido a otro: uno de México, tres de Japón y cuatro de Brasil el sábado.
“Ocho goles son demasiados”, se lamentó el zaguero centro Giorgio Chiellini. “Y muchos de ellos han llegado de jugadas preparadas”.
Pero no parece que Italia se las vea más fáciles en la Semifinal del jueves donde enfrentará al campeón mundial y europeo España, cuyos atacantes tienen la costumbre de marear a los defensores rivales.
Italia llegó segundo de Brasil en el Grupo A y enfrentará al ganador del Grupo B.
La última vez que Italia jugó con España fue la Final de la Eurocopa del año pasado, donde los españoles golearon 4-0.
Chiellini y otros dicen que no es un problema puramente defensivo sino el fracaso de todos al no jugar en equipo.
En los partidos contra Japón y Brasil, Italia se vio abrumada en los minutos iniciales.
Además, el equipo sólo tiene un delantero peligroso en Mario Balotelli, mientras que conjuntos como Brasil y España tienen varios que pueden perforar redes. “El problema no es la defensa sino la escuadra”, dijo Chiellini.
Otro problema ha sido la fatiga, ya que los italianos se esfuerzan por acostumbrarse al calor y la humedad. El zaguero central Andrea Barzagli apenas podía caminar después del triunfo de 4-3 sobre Japón y descansó contra Brasil.
Las condiciones podrían ser todavía más exigentes en la semifinal en Fortaleza, la sede más al norte, justo debajo de la línea del ecuador.