Cerca de 200 trabajadores de la Asociación de Industriales de la Curtiduría (Adicur) cerraron el bulevar Adolfo López Mateos, entre la avenida Miguel Alemán y la calle Hidalgo, en protesta por la instalación de un medidor de SAPAL en una tenería.
Alrededor de la una de la tarde, chiflidos y gritos se escuchaban en la esquina del Eje con Hidalgo, que fue la primera calle bloqueada. “¡Queremos solución!”, gritaban los inconformes.
Los trabajadores se colocaron en pleno bulevar con un féretro y pedazos de cuero con mensajes de inconformidad dirigidos al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL).
Después de aproximadamente 20 minutos, los manifestantes caminaron en dirección a la avenida Miguel Alemán, donde obstruyeron el paso vehicular.
“¡Ya, por favor!” gritaban los automovilistas, mientras que los policías les solicitaban, “Ábranme un carril por lo pronto”.
Reclamos y pleito
El caos vial paralizó a cinco orugas y provocó que un automovilista que circulaba por la avenida Miguel Alemán bajara de su camioneta para exigir el paso, lo que provocó el enojo de un par de manifestantes, quienes patearon el vehículo del automovilista.
Tras el pleito, policías municipales detuvieron a dos jóvenes.
Esto causó el enojo de los trabajadores. “Que los suelten y nos quitamos”, expresaban.
Tras una discusión entre oficiales y quejosos, se llegó al acuerdo de que el Municipio pagaría los gastos por daños a la camioneta.
Después los trabajadores continuaron con su protesta en contra de la instalación de un medidor en una tenería perteneciente a Adicur en San José del Consuelo.
“Tenemos meses de trabajo con SAPAL y teníamos establecidas las formas de trabajar para la sustentabilidad ecológica y bajar los niveles de contaminación, pero el medidor no debían ponerlo”, dijo Juan José Sánchez, abogado de los manifestantes.
“Pusieron un medidor y toda la noche llovió y esa agua la estuvo marcando al recibo del agua”, declaró Antonio Barrón.
También se quejaron por la reubicación de las tenerías que propuso SAPAL.
“Nos quieren retirar nuestra fuente de trabajo, pero la cantidad de kilómetros que tenemos que recorrer es mucha y no nos quieren dar la solución”, expresó José Aldana, trabajador.
Después de casi una hora de bloqueo, los manifestantes abrieron la circulación al carril de la oruga, para luego dirigirse a la Presidencia Municipal, donde acordaron un encuentro hoy con autoridades de SAPAL.
Piden reubicar tenerías
La mejor alternativa para que los curtidores estén en un lugar que vaya de acuerdo a la infraestructura de la industria es que se reubiquen en lugares adecuados.
“El aspecto más delicado es justamente la calidad de las descargas industriales que se vierten hacia el drenaje, un drenaje que por la ubicación está preparado para descargas domiciliarias”, opinó el director de Medio Ambiente en el Municipio, Fidel García Granados.
Sitios como Parque Piel son convenientes para el funcionamiento de este tipo de negocios; muchos curtidores, dijo el funcionario, se alinearon a la norma y cambiaron su ubicación.
García Granados afirmó que aunque hasta el momento los residuos de cromo en las descargas que hacen los curtidores son mínimas, el punto es que siguen registrándose y son peligrosas, por ello mientras eso ocurra debe tratarse de una manera distinta.
Su dependencia ha tenido colaboración con SAPAL, cuyas gestiones cuentan con el respaldo de miembros de diferentes cámaras.
Descarta SAPALretirar medidores
El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) descartó retirar los medidores, como lo solicitó ayer un grupo de curtidores que se manifestaron y cerraron un tramo del bulevar Adolfo López Mateos.
“Ellos (curtidores) quieren para empezar a dialogar que se quite primero el medidor, eso es algo a lo que SAPAL no puede acceder; no podemos acceder porque tenemos que darle a la ciudad la certidumbre de que esto no es un asunto de gusto, es algo que en verdad busca información fidedigna”, señaló el director del SAPAL, Enrique Torres López.
Dijo que la semana pasada se instalaron cinco medidores de aguas residuales en tenerías que aún realizan el proceso completo de curtido en la zona urbana, esto con el fin de medir la cantidad de descargas que realizan al alcantarillado.
Cuatro medidores fueron instalados en empresas afiliadas a la Cámara de la Industria de Curtiduría (Cicur) y uno más en una empresa ubicada en la calle Plata número 103 en la colonia San José del Consuelo, esta curtiduría es socia de Adicur.
“Lo que pasa es que (los curtidores) no quieren que sepamos qué es lo que están descargando porque evidentemente implicaría que nos enteráramos de cosas que probablemente no quieren que sepamos o confirmemos”.
Añadió que con los medidores se cobra una tarifa justa y que no tendrá repercusiones económicas.
“Ellos (los manifestantes) quieren seguir haciendo el proceso húmedo dentro de la mancha urbana y nosotros tenemos que medirles para saber si efectivamente están cumpliendo”.
Para evitar que sigan descargando aguas contaminantes al alcantarillado, SAPAL ofrece a los curtidores tres opciones: reubicación de la empresa en los parques autorizados; dejar de realizar el proceso húmedo dentro de la mancha urbana; o que realicen el pretratamiento de las agua residuales al interior de la empresa.