Los buscadores de internet, como Google, no están obligados a quitar de sus listas de búsqueda las páginas que contienen información personal, dijo el martes un jurista del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
En un revés para el “derecho a ser olvidado” que se debate en Europa, Niilo Jaaskinen, el abogado general del tribunal, dijo en una opinión escrita que las páginas web, no Google, deberían ser responsables de la información que publican.
Jaaskinen dijo que la función de búsqueda de Google “no implica ningún control sobre el contenido incluido en páginas de terceros”. Su opinión no es vinculante, pero seguramente los jueces se apoyarán en buena parte de su razonamiento al emitir su decisión más adelante este año.
El sistema de indexación de información de Google “ni siquiera permite al proveedor del motor de búsqueda en internet distinguir entre datos personales… y otros datos”, dijo Jaaskinen.
Al TJUE, con sede en Luxemburgo, se le pidió intervenir en el tema tras a un caso que se procesa en España, donde la agencia nacional de protección de datos recibió quejas de individuos que dijeron que vieja información personal sobre ellos podía encontrarse con una simple búsqueda por internet.
La agencia española falló a su favor y ordenó a Google España y a Google eliminar la información de los resultados de búsqueda. Google apeló la decisión en un tribunal español, argumentando que no debería estar obligado a decidir qué páginas censurar.
La agencia española había invocado el “derecho a ser olvidado”, un principio derivado de la idea de que los ciudadanos europeos deben tener control sobre sus propios datos personales, y no que sean almacenados por las grandes empresas que los conservan en línea.
Sin embargo, Jaaskinen dijo que la idea de que existe el “derecho al olvido” es un malentendido.
Más bien, dijo, los individuos europeos tienen el derecho de corregir información errónea o protestar por la manera en que se utiliza su información personal cuando tienen buenas razones.
Eso “no da derecho a una persona a terminar o restringir la difusión de datos personales que considere perjudiciales o contrarios a sus intereses”, dijo.
La Agencia Española de Protección de Datos indicó el martes que seguía estudiando el fallo y no tuvo ofreció comentarios al respecto.
Google, con sede en Mountain View, California, recibió con agrado la opinión de Jaaskinen.
“Nos complace ver que apoya la opinión que tenemos desde hace tiempo de que pedir a los motores de búsqueda suprimir información legítima y legal equivaldría a censura”, dijo Bill Echikson, director de libertad de expresión de Google en Europa.
Joe McNamee, director de European Digital Rights —organización europea de defensa de los derechos digitales_, dijo por su parte que el tema del “derecho al olvido” ha sido exagerado. Explicó que a su organización le preocupan más otras protecciones de confidencialidad en virtud de la reforma de una ley de protección de datos que se debate actualmente en el Parlamento Europeo.
Google sigue estando sujeto a las leyes locales, y podría ser obligado a tomar medidas que bloquearían sitios web que alberguen contenido ilegal, como los que infringen la propiedad intelectual o despliegan información calumniosa o criminal.
Sin embargo la opinión de Jaaskinen subrayó que cuando la información es legal y del dominio público, bloquearla violaría el derecho de los dueños de las páginas a la libertad de expresión.