‘El cartero’ toca corazones

Risas, amor, comedia y literatura, hicieron de la obra “El Cartero”, una extraordinaria puesta en escena.
Con más de 200 presentaciones a nivel nacional, los cuatro protagonistas, Ignacio López Tarso, Helena Rojo, Erick Elías y Sara Maldonado, llegaron hasta el auditorio del Tecnológico de Monterrey, Campus Irapuato a impregnar de romanticismo y comedia, la vida de los amantes al teatro.
El primer actor Ignacio López Tarso se metió en la piel del gran poeta chileno Pablo Neruda, quien se vuelve amigo de un cartero, Mario (Erick Elías), un joven que a diario le lleva la correspondencia al escritor, y quien busca conquistar el corazón de su enamorada Beatriz (Sara Maldonado).
Beatriz, ilusionada con el amor que a su vida llegó, comparte ese sentimiento con su madre Rosa (Helena Rojo), quien comienza a preguntar ¿cómo es él?, ¿a qué se dedica?, y luego de conocer que a través de palabras trata de conquistar a su hija, se opone rotundamente a ese amor, al afirmar que “Detrás de las palabras no hay nada, son nubes de bengala que se deshacen en el aire”.
Por su parte Mario, el cartero, seguro de que no existe mejor arma que la palabra para atraer a su amada, continúa con la conquista diaria, y utiliza los poemas de Pablo Neruda, para enamorar en cada oportunidad a Beatriz.
Entre los consejos de Neruda, la oposición de Rosa viuda de González, los constantes diálogos de bromas y literatura, es como trascurrió esta gran puesta en escena acompañada de una nostálgica música que invita a la reflexión, a la tranquilidad, a echar a volar la imaginación, pero sobre todo te lleva a dejar de lado la rutina diaria, al olvidarse del tiempo y sentarse a disfrutar de la extraordinaria actuación de los grandes actores López Tarso y Elena Rojo, así como la frescura y ocurrencias de Erick Elías, sin dejar de lado la pasión de Sara Maldonado en el escenario.
Todo un éxito resultó la obra de teatro “El Cartero”, donde a través de la comedia y la literatura, el público disfrutó de la historia del gran escritor Pablo Neruda.