Sentados en bancas donadas por escuelas y paredes en obra negra, más de 220 niños toman catecismo en la construcción del templo de Santo Toribio Romo.
Los catequistas y sus alumnos esperan que pronto pueda ser terminado.
Hace 10 años se comenzó la construcción de este templo ubicado en el bulevar Mirador de la Joya, en la colonia Lomas del Mirador. Desde hace tres años con donativos de los fieles católicos se pudo comenzar la construcción de algunas de las bardas.
María Guadalupe Pérez y Socorro Cabrera son dos de las seis catequistas que imparten clases a los más de 200 alumnos de entre 4 y 12 años que asisten cada sábado a participar de las pláticas que los instruyen para recibir el sacramento de la primera comunión o la confirmación.
Desde las 10 de la mañana hasta el mediodía, los niños toman sus clases de religión divididos en varios grupos; unos se quedan dentro del templo de techo de lámina, paredes de malla y bancas donadas por algunas escuelas, otros más están bajo el techo de las recientes construcciones de ladrillo, y los demás acuden a casas que prestan los vecinos.
“El espacio es muy pequeño para la cantidad de niños que vienen al catecismo. A ellos les satisface venir a conocer la Palabra de Dios y aparte convivir con sus compañeros, realmente no les importan las condiciones del templo”, platicó Socorro Cabrera.
Con la ayuda de algunos vecinos se ha ido adaptando el templo, las catequistas piden más donativos para poder terminar con la construcción de esta iglesia, además por ahora que es el lugar de reunión de los niños.
“Esperamos que nos apoyen los vecinos y demás personas para poder levantar pronto el templo, aunque sea poder terminar con la construcción de las bardas y techar porque cuando comienzan las lluvias se complica dar clases a los niños”, finalizó la catequista.

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