Comenzaron los despidos en el Comité de Sanidad Vegetal de Guanajuato y 7 ingenieros así como una oficinista entregaron su equipo de trabajo.

No hubo finiquito
No hubo algún directivo de la dependencia que ofrecerá la versión oficial sobre la salida de empleados, los profesionistas se organizaron para presentar demandas laborales porque no se les pagó finiquito y si querían conservar su trabajo, tenían que firmar una renuncia voluntaria y sus condiciones de trabajo serían más bajas que hasta la quincena pasada tenían.
El pasado domingo, un grupo de trabajadores del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (Cesaveg), manifestaron su temor porque los directivos de la dependencia, les pidieron que firmaran un nuevo contrato de trabajo o quedarían desempleados.
La mañana de ayer, los empleados que fueron desde el coordinador de campaña fitosanitaria, profesionales fitosanitarios y una auxiliar administrativa, tuvieron que entregar el equipo de trabajo a sus superiores.
“Somos 8 los despedidos en este momento, 18 compañeros tuvieron que firmar el nuevo contrato y 8 no lo hicimos, el nuevo contrato tenía salarios inferiores a los que estábamos ganando”, dijo Lorena Felipe González, quien es una de las empleadas que perdieron su trabajo.
Los empleados despedidos son en su mayoría ingenieros agrónomos y el salario más bajo que ganaron era de 6,500 pesos mensuales y el salario mayor era de 19 mil pesos mensuales.
“Sin embargo los descuentos por impuestos eran altos, por ejemplo los que ganaban 18 mil pesos sufrían el descuento de 5 mil pesos a su salario”, dijo Lorena Felipe.
También los despedidos tenían antigüedades que eran de 16 años como máximo y 2 años y medio como mínimo.
Ningún directivo del Cesaveg, quiso opinar sobre los despidos del personal a su cargo, y uno de ellos, se concretó a decir que “el problema ya terminó, todos están trabajando normalmente”.
El ingeniero Baldemar Ballesteros, quien es otro de los desempleados, comentó que “van a haber más despidos, aquí laboramos 72 personas, no era conveniente firmar un documento en el que disminuía nuestro salario, aumentaban nuestras jornadas de trabajo e incluía una renuncia voluntaria sin fecha”.
Ahora los ex empleados, se organizaron para presentar demandas laborales en reclamo de sus derechos, porque tampoco se les pagó su indemnización por despido, ni se les reconoció su antigüedad laboral.
Los profesionistas despedidos, se encargaban de ir a los campos de cultivo de todo el estado para detectar en tiempo y forma plagas con los subsecuentes daños a los productos agrícolas.

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