Las tiendas de conveniencia son un extractor de dinero que lejos de apoyar a la economía local la empeora, y es que la ciudadanía ha tenido tal aceptación a este tipo de tiendas que no reconoce el daño que causa cada vez que compra productos en un OXXO o Aurrerá express en lugar de acudir a una “Tiendita de la esquina”.
El sector de la economía local ante la competencia desigual, dejó de creer en las instituciones crediticias, el abuso por parte de gestores provocó que las personas quedaran atoradas con un crédito y que no tengan el recurso suficiente para invertir en su negocio que ahora tiene que competir con una tienda de conveniencia en los barrios, así lo señaló José Luis Gutiérrez Lozano, presidente de la Fundación Ahora A.C.
Los créditos que otorga el gobierno no son, ni serán suficientes si no se les da un seguimiento, ya que además no hay una preocupación por educar a las personas a consumir lo nuestro.
“Lo que falta es un programa en donde no nada más se le dé el crédito sino que se le acompañe a realizar su mercado” mencionó.
Externó que Aguascalientes tiene antecedentes de este tipo de créditos como el Programa Orgullo de Aguascalientes creado por el sexenio anterior en el que sí se promovió que hubiera reconocimiento de la marca local, se les otorgó un crédito, pero nunca se le dio seguimiento.
“Podrán llenarse los políticos la boca diciendo di tantos millones y tantos créditos, ¿y dónde está el producto? ¿Sacaste de la pobreza? ¿Produjiste algo?”
De ahí que estos créditos resulten inútiles al no combinarse con programas serios que fomenten el consumo de las marcas locales, visión que no tiene el gobierno federal ya que se limita solamente a repartir recurso cuando el problema medular está en la educación en el consumo.

Negocios extractores de dinero, consumo irresponsable

De nada sirve mejorar el producto si la gente no está preparada para consumir marcas locales explicó Gutiérrez Lozano. En la fundación Ahora se trabaja con cuatro vertientes para un consumo responsable, ser crítico al momento de la compra, ético, solidario y sustentable.

“Nosotros votamos con nuestro dinero, qué tipo de economía queremos porque a donde destinemos nuestro dinero, estamos definiendo qué tipo de economía queremos, y hoy hemos elegido una economía que nos depreda, nos degrada, nos cosifica como personas” externó.

Una persona gasta en promedio la mitad de su dinero en un kilómetro a la redonda de donde vive, y si dentro de ese kilómetro hay un OXXO o una Bodega Aurrera express, las personas comprarán en dicho negocio por la cercanía y la comodidad que representa. Los recursos de cientos de familias benefician a una empresa transnacional, no a la economía local.
“Date cuenta que si tú tienes un negocio, si no gastas tu dinero ahí mismo, nadie te va a comprar en tu negocio, ese es el principio del consumo responsable”.
Como consumidores, dijo es difícil optar por una marca nueva, aunque si se promueve el consumo responsable y la economía familiar, sería más fácil que productos locales puedan competir con tiendas de conveniencia.
“La gente no lo ve, dice que la situación económica está difícil y se está quejando, y a la hora de comer van a comprar al Oxxo y no ven la relación, que si compro en oxxo el dinero se va” un negocio de este tipo no es otra cosa más que un extractor de dinero, finalizó.

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