Cuando el guardia de seguridad vio a los hombres armados intentó cerrar la puerta, pero fue demasiado tarde.
Uno de los sicarios al ver que el guardia intentaba cerrar la puerta, lanzó un balazo al aire, y todo el comando pudo entrar.
De acuerdo al parte de la Policía Municipal, ya en el interior dispararon sobre los clientes, quienes, entre el tiroteo, se tiraron al piso y otros se ocultaban debajo de mesas y entre lo que estaba a su alcance.
El tiroteo duró cuatro minutos, dejando tres heridos, además de daños y cristales rotos en el área de baile, así como en un privado y entre el camerino de las bailarinas del lugar.
Los heridos fueron identificados como Jorge de Jesús Briseño Cervantes, de 45 años.
Jorge era uno de los clientes, quien tuvo que ser trasladado de emergencias al Hospital General en la ambulancia 221 de la Cruz Roja, tras recibir un balazo en el tórax, uno más en la pierna derecha y otro un brazo.
Jorge murió una hora después, mientras era atendido en el cuarto de cuidados intensivos.
Además, resultó herido también Pedro Alberto Aldaco Vázquez, de 20 años de edad.
Pedro es mesero del centro nocturno y recibió dos balazos en ambas piernas. Fue dado de alta al mediodía del Hospital General, estaba estable.
Asimismo, salió lesionado durante el ataque Juan de Dios Rodríguez.
Juan de Dios fue trasladado al Hospital General en la ambulancia 228 de la Cruz Roja, tras presentar un rozón en la nunca.
Tras el tiroteo, el comando salió y abordó una camioneta Explorer entre verde y azul mariano, así como automóvil Volkswagen Jetta, y huyó rumbo a la salida hacia Salamanca, donde no pudieron ya detenerlos.
Ante los hechos, llegaron entre 50 y 55 policías, entre policías preventivos, policías federales, de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado y agentes ministeriales, quienes acordonaron el centro nocturno.
Entre las evidencias, levantaron al interior del negocio 17 casquillos percutidos calibre .223 para AR-15 y en la entrada hallaron un estuche para guitarra con la leyenda “lions” y en su interior encontraron un cargador de arma abastecido con 30 cartuchos útiles calibre 9 milímetros.
Todas las evidencias quedaron a disposición de la Unidad de Homicidios del Ministerio Público, quienes ya iniciaron una investigación sobre el atentado que sufrió El Mandara para determinar las causas y el móvil.
Da versión el Subprocurador
El subprocurador de Justicia de Irapuato, Joel Romo Lozano, reveló que hay dos líneas de investigación tras el ataque al centro nocturno Mandara.
“Los primeros datos que tenemos es que ingresaron y empezaron a disparar; estamos viendo si fue la agresión (al negocio) o intentaron robar”, dijo el funcionario.
Informó también que los dos vehículos donde viajaban los presuntos agresores, se detuvieron frente al negocio, luego bajaron ocho hombres con armas largas y sometieron a los vigilantes que estaban ya cerrando e ingresaron.
“Se meten hacia el bar y empiezan a disparar, con esto privan de la vida a un hombre y lesionan a dos más”, dijo en su informe.
“Ahorita elementos de Servicios Periciales están en revisión en el centro nocturno y están verificando la necropsia de ley del occiso”, explicó durante la rueda de prensa a medios de comunicación ayer por la mañana.
Hieren a mesero de Mandara
El sonido de los disparos fue lo que despertó a un mesero cuando se encontraba descansando en uno de los privados del centro nocturno Mandara.
Al salir del cuarto, lo primero que observó Pedro fue una nube de gas que impedía tener una clara visibilidad, pero los disparos continuaban.
Tras la balacera Pedro resultó lesionado, presenta un impacto de bala en ambas piernas que le entró por el fémur de la pierna izquierda le perforó y alcanzó a salir hasta el pantorrilla de la pierna derecha.
Luego del ataque el empleado del Mandara fue trasladado al Hospital General donde estuvo internado 9 horas aproximadamente.
Antes de ser dado de alta, su hermana esperaba afuera del Hospital, hasta que le dieran la indicación de poder llevarse a su hermano.
“Cómo a las 7 de la mañana me hablaron por teléfono, me dijeron que mi hermano estaba en el Hospital y pues ya me tuve que venir”, expresó la mujer.
Adriana dijo que su hermano no le compartió los detalles de lo que había sucedido “Me dijo que habían balaceado a dentro del antro, que hubo una riña fuerte, pero que él estaba en un privado dormido, mientras se salía la gente porque ya estaban cerrando, y que se despertó por el ruido, dice que se escuchó como un “cuerno de chivo” y al salir sólo vio humo”.
Al salir del cuarto Pedro, el mesero, fue alcanzado por una bala que lesionó sus piernas.
“Él me dice que los hombres armados iban vestidos de negro, que la persona que murió era un cliente, pero que no lo conocen”, señaló Adriana.
El delantal, su pantalón, calcetines y tenis que portaba Pedro al momento de la agresión aún tenían sangre, cuando uno de sus sobrinos mostraba cada una de las prendas de vestir.