Vuelcan dos vehículos en el mismo lugar

Dos vehículos se volcaron a un arroyo con cinco minutos de diferencia. Uno quedó encima de otro y ningún ocupante resultó herido.
El percance ocurrió alrededor de las 9 de la noche sobre la carretera León – San Felipe, a la altura de la colonia La Noria.
Ambos conductores coincidieron en que el doble accidente ocurrió a raíz de la tierra que estaba en el asfalto y provocaba que los neumáticos se derraparan.
“Debe ser que los coches que salen de esta colonia sacan la tierra y nosotros al frenar, se nos derrapó”, contó Pablo Hernández tras ser atendido por paramédicos de la Cruz Roja.
Pablo, de 49 años, conducía una camioneta Ford azul doble rodado, de orientación hacia León.
Contó que viajaba despacio ya que la lluvia no permitía visibilidad.
“Yo venía solo y despacito”, dijo.
La tierra hizo que los neumáticos de la Ford se derraparan y metros después se cayó al arroyo La Noria, que llevaba poco agua.
La camioneta quedó sobre su toldo. Asustado y herido de la mano izquierda, Pablo logró salir de su automóvil para ponerse a salvo.
“Pasaron como 5 minutos cuando vi que se cae otro coche arriba de mi camioneta”, recordó.
José Alfredo Ortiz Collazo, de 46 años, conducía un Toyota negro por la misma dirección.
Iba acompañado de cinco integrantes de su familia.
Igual que a Pablo, Alfredo no pudo controlar el coche cuando se le derraparon las llantas y cayó encima de la camioneta Ford.
Incrédulos, Pablo y vecinos que lo ayudaban, corrieron al coche negro para rescatar a las personas atrapadas en el coche.
“Fuimos a sacarlos del coche y traían heridas pero leves, eso sí bien asustados”.
Los testigos llamaron de inmediato a la Cabina de Emergencias (066), para pedir apoyo.
Unidades de Policía y Tránsito Municipal acudieron a ayudar en la vialidad y poner a salvo a las personas.
Paramédicos de dos ambulancias de la Cruz Roja revisaron a cada uno de los pasajeros de ambos vehículos.
Ninguno necesitó hospitalización ya que sus heridas pudieron ser atendidas dentro de la unidad médica.
Agentes de Tránsito comenzaron a preguntar con ambos conductores la manera en que ocurrió el percance para así deslindar responsabilidades.
Con ayuda de grúas, los automóviles fueron sacados del arrollo para posteriormente trasladarlos a una pensión.
Conos y una cinta amarilla quedaron junto a la carretera para alertar a demás automovilistas y evitar más accidentes en el mismo lugar.