Hace un año que las comenzaron a sepultar. Bajo tierra están 500 hectáreas de alfalfa, maíz, sorgo, garbanzo. El terreno ahora repleto de tepetate da paso a la planta más grande y moderna de Honda en el mundo.
Ahí, a sus alrededores están Los Mancera, La Machuca, San Lorenzo, Juan Martín, La Luz, La Cruz, San José el Nuevo y Rincón de Tamayo, 8 comunidades con cientos de personas que debieron sepultar sus sueños también y buscar otros anhelos, Honda llegó a cambiarles la existencia para bien y a algunos para mal.
Más allá de los grandes beneficios que traerá la armadora, están los efectos negativos de los que las autoridades no se han preocupado por disminuir, los que constituyen la cara olvidada, los daños colaterales por la instalación de una armadora de autos en el corazón de una zona 100% rural.
Ahí, en esos pueblos casi todos tienen algo qué contar, les está cambiando su vida y muchos no están preparados para aprovechar los beneficios.
Aunque al construir sus plantas, Honda ya modificó el esquema de vida de las comunidades de la zona sur, la planeación del desarrollo y atención está pendiente, informó el Instituto Municipal de Investigación, Planeación y Estadística.

Ya hay efectos, pero no plan
Aunque al construir sus plantas, Honda ya modificó el esquema de vida de las comunidades de la zona sur, la planeación del desarrollo y atención está pendiente.
El titular del Instituto Municipal de Investigación, Planeación y Estadística (IMIPE) en Celaya, Sergio Martínez León, dijo que deben esperar a que esté listo el Plan de Desarrollo para poder trabajar en la elaboración del “Programa de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico Territorial” que dará pauta a los trabajos en la zona sur del municipio.
“El programa de desarrollo urbano se tiene que analizar con mucho nivel de detalle, la zona de influencia y trabajar a partir de lo que va a implicar Honda, que no sólo es para esta zona sino metropolitana”.
“Por supuesto que ahí es de gran impacto, no sólo generan plazas para el municipio sino para gente que viene de fuera”.
Mientras trabaja con el “Plan de Ordenamiento Territorial del Municipio” y el Programa de Gobierno y el Plan de Desarrollo Municipal.
“A partir de la entrada en vigor del nuevo Código de Ordenamiento Territorial, se tienen que actualizar los planes y pasamos a un Programa de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico Territorial, que es un instrumento que integra muchos aspectos de los que el plan originalmente tenía”.
“Este programa debe estar integrado teniendo como primer insumo un plan estatal, tener un plan metropolitano y finalmente un plan municipal”.
“Se está haciendo un trabajo de actualización, ya existe un estudio de zonas de mitigación, cuando se establece la llegada de Honda y la zona de crecimiento se establecen áreas de mitigación de impactos y una malla vial para tener conectividad en toda la zona”.
“Puntualmente se han ido desarrollando proyectos ejecutivos en coordinación con obras para ver cómo vamos a ir soportando este asunto”, comentó Martínez León.
El director del IMIPE aseguró que una pauta en ese plan de desarrollo será el Eje Suroriente, del que este año esperan inicie su construcción.
Además expuso ya tienen un insumo que elaboró el Instituto Municipal de Ecología de Celaya en la pasada Administración (IMEC), se trata de un “Plan de Ordenamiento Ecológico”, donde se describen los aspectos naturales de uso de suelo.
Sergio Martínez expuso que además están trabajando porque la zona del cerro “Pelón” sea declarada Área Natural Protegida porque es la zona de recarga del acuífero.
Aseguró que en tanto definen con puntualidad la planeación de la zona sur del municipio, las diversas dependencias de la Administración conocen sus responsabilidades y cómo intervenir.
“Todas las dependencias saben perfectamente el tema del crecimiento y el desarrollo y que al final debemos crecer nuestra capacidad de cobertura”, comentó el funcionario.
Y puso por ejemplo el transporte público.
“Por ejemplo, el tema de transporte, hablar de movilidad ya no es sólo hablar de la Dirección de Tránsito y Transporte, tenemos que hablar de ciclovías, de planeación, de cómo se integran los circuitos viales y nos queda claro a todos que hay un tema de desarrollo en esa zona, pero también no todos los recursos están en las bolsas para llevar a cabo las acciones”.
Aseguró que una vez que se tenga el programa de desarrollo urbano habrá un acercamiento mucho más puntual respecto al crecimiento en esta zona.
Un costado ha ocasionado que todos los días circulen por esa zona más de 200 camiones
“La carretera de la Cruz a Juan Martín ya se la acabaron, y ahora muchos entran por el “camino real”, aquí todos los que vivimos nos cooperamos para emparejar el camino pero ya no queda nada, ya lo destruyeron también, ya los fueron a ver y dicen que cuando acaben lo van a arreglar a ver si es cierto”.

Se acaban caminos
Todos los días, más de 200 camiones con capacidad para cargas de más de 20 toneladas surcan una y otra vez el camino de acceso a Juan Martín.
Cargan el tepetate con el que aplanan los terrenos de Honda y el paso que seguirá el Ferroférico. Además de usar caminos como el llamado “Camino Real”, ahora intentan introducirse por las calles principales de las comunidades.
Delegados de la zona sur informaron que esos camiones ya destrozaron calles y caminos, y advirtieron que si en dos semanas autoridades o empresarios no informan qué harán para repararlos, les bloquearán el paso.
“Estamos de acuerdo de que si ya se nos hizo esto, vamos a cerrar la carretera a Juan Martín y Honda no va a poder pasar con sus camiones porque estamos en un grave peligro, vamos a esperar menos de un mes, serán dos semanas y si no vemos acciones cerramos la calle”, expuso Juan Melesio Centeno, delegado de la comunidad de La Cruz.
El delegado de Juan Martín, Francisco Javier Arreguín López, añadió que debe quedar claro que no se oponen al desarrollo.
“Lo que pedimos es un control en el tráfico y un mantenimiento rápido. Estamos agradecidos porque tenemos más empleos para la comunidad, pero por otro lado no están viendo el daño que le están haciendo a la gente”.
Y es que el delegado de La Cruz explicó que en el camino que conecta desde esa comunidad hasta San Lorenzo sólo hay seis topes que no respetan.
“No hay señalización, topes sólo son seis pero no los respetan y desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche pasan camiones uno tras otro, la carretera está invadida por los camiones y personas que van a trabajar a Honda y no respetan, todo eso es un caos”.
Francisco Javier Arreguín López dijo que ninguna autoridad se atreve a poner un orden vial, porque tanto Tránsito Municipal como Transporte del Estado se deslindan de la responsabilidad.
“Aparte de eso la entrada de la Honda, como hay muchas personas y carros es casi imposible que pueda usted transitar. En Juan Martín nosotros tenemos muchos problemas que estamos en proceso de un arreglo porque hace rato tuve que detener los camiones de carga porque nos quieren mandar 200 camiones a pasar por el centro del pueblo porque no hay otra ruta, van a destruir una calle y no lo vamos a permitir”, agregó.
En San Lorenzo ocurre lo mismo “Los camiones nos van a pasar por media comunidad y se proyectan como 100 camiones diarios, nos van a destruir la calle principal”, dijo el delegado Rafael Herrera.
José Pedro Sánchez Arreguín, de La Machuca, reveló que ahí el incremento de vehículos particulares ya ha ocasionado atropellamientos y choques.
Isidro Rodríguez Figueroa, delegado de La Luz, agregó que ahí ya ocurrió un accidente y varios habitantes ya quieren bloquear la carretera.
El delegado de La Luz confirmó que los camiones ya destruyeron el camino real que hace apenas unos meses repararon los vecinos.
“Platiqué con las 4 constructoras y una persona de Gobierno del Estado, y dijo que le iban a estar dando mantenimiento, y ya se hizo muy feo el camino, la gente se me empieza a venir encima y no le están dando el mantenimiento que debe de ser”.
“Otra cosa que ocurre es que no tenemos tampoco información sobre cómo van a afectar las obras a las comunidades, lo que vaya a haber a nadie nos dijeron, nos damos cuenta porque están pasando los camiones la gente nos pregunta, pero no tenemos una respuesta para la gente, no sabemos cómo va a estar aquí el desarrollo”.
En San José el Nuevo también ya ocurrió un accidente, el delegado Eloy Patiño Martínez dijo que debieron prohibirles que pasaran llenos de materiales.
“Son como 200 camiones trabajando, inclusive estoy en medio de Tamayo y la carretera a Juan Martín, cuando terminan, pasan los camiones y ya hubo un accidente, se fueron a una casa”.

De los efectos que nadie previó
Uno de los primeros efectos negativos de la llegada de Honda en las comunidades aledañas, fue que llenó de polvo las casas y las más cercanas perdieron sus frutales, los dueños lloraron su tragedia pero nadie los escuchó.
Yolanda Núñez, habitante de La Cruz, mostró los árboles secos de durazno, aguacate, guayaba, lima, chabacano y pera.
“Tengo 35 años viviendo aquí y este es el primer año que mis árboles se quedaron sin frutas, los duraznos están secos, todo el tiempo habían tenido fruta incluso a veces era necesario ponerles palos a las ramas para que no se rompieran de tanta fruta que daban”, dijo la mujer mientras se le cortaba la voz.
Pero eso no es todo, las enfermedades en las vías respiratorias se incrementaron en gran parte de esos poblados.
“Siempre andamos con la garganta irritada porque echan mucho polvo”, resume la señora Yolanda.
Don Carlos López Velázquez, con más de 60 años, los mismos que ha permanecido en Juan Martín, cuenta que esas 500 hectáreas eran la base para alimentar al ganado lechero de la región, ahora han tenido que vender sus animales porque alimentarlos cada día se vuelve más complicado.
“Ya no tenemos a dónde andar en el campo, tenemos que buscar alimento fuera o comprarlo, batallo más, vamos a donde la halle”.
Don Carlos contó que ya sólo se quedó con dos vacas y busca en algunos terrenos pastura para llevarles, cuando no encuentra compra pacas o alfalfa verde, al menos 100 pesos por día.
“Pero la leche que producimos aparte nos la compran barata, a tres 50 pesos el litro, y pagando 100 pesos diarios de alimento, no se acabala uno. Cuando se vendió todo el terreno yo pensé que nos iban a mandar a la fregada a todos, y ya se está viendo que tanto para nosotros como para ustedes nos está afectando”.
Gloria Pérez vive en La Cruz, dice que la historia de don Carlos en Juan Martín, se replica en su comunidad.
“Como no hay alfalfa hay que salir a buscar pacas y antes no buscábamos, si uno no tenía, todos vendían de sus pacas, había mucho alimento, todo eso donde está la Honda eran alfalfas, milpas, garbanzo. Antes teníamos como unas 30 vacas, ahora son ya 23”.
La Asociación de lecheros producía siete mil litros diario y ahora ya sólo reciben tres mil 500.

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