Los principales líderes del Partido Republicano de Estados Unidos anunciaron ayer que no abordarán el proyecto de ley de reforma migratoria aprobado por el Senado hace dos semanas y que deberán modificarlo.
El portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner, aseguró en un comunicado que la legislación, tal y como está redactada, es “defectuosa” y que deberán seguir trabajando para encontrar una solución al sistema migratorio.
Boehner se reunió ayer junto a los principales líderes en la Cámara para diseñar el camino a seguir en el debate sobre inmigración.
Los republicanos reconocen que “el pueblo estadounidense quiere que nuestras fronteras estén seguras, que se haga cumplir la ley y que los problemas migratorios sean solucionados para crear una economía más fuerte”, pero no tomarán la misma vía que el Senado.
El anuncio del Partido Republicano no aclara si acometerán la reforma en diferentes leyes, de manera que una establezca las medidas de seguridad en la frontera -una de sus principales exigencias- y otra aborde la legalización de los 11 millones de indocumentados que se estima residen en el País -con un mayor respaldo demócrata.
Sin embargo, sí ataca la propuesta del Senado, que considera “gigantesca” y que compara con la reforma del sistema sanitario impulsado por Obama.
El comunicado tampoco menciona la creación de una vía para el acceso a la ciudadanía de los ‘sin papeles’, cuya negociación puede convertirse en el centro del debate sobre la reforma en los próximos meses, ya que es la principal reivindicación del presidente Obama -reunido también con los legisladores hispanos- y de las principales organizaciones promigrantes.
La reunión de los republicanos coincidió además con una protesta en el exterior del Capitolio para urgir a la reforma.
Confía Casa Blanca
La Casa Blanca informó ayer que conserva la expectativa de que la reforma migratoria sea aprobada por el Congreso, aunque especificó que la lucha por delante será difícil.
Algunos demócratas alertaron que si hay un fracaso de la reforma, la culpa recaerá sobre los republicanos dada su resistencia.
“La única razón por la que tal vez muere una reforma migratoria, es porque los republicanos en la cámara digan no. Es tiempo que digan sí”, dijo el demócrata Xavier Becerra.

Ignoran a Bush

El ex presidente George W. Bush pidió ayer a los miembros de su partido que encuentren “una solución positiva” en el debate sobre la reforma del sistema de inmigración que estudia el Congreso desde principios de año.

Bush se dirigió así a sus compañeros durante una ceremonia de nacionalización, donde ofrecía un discurso sobre los beneficios de la inmigración.
“Podemos mantener nuestra tradición de asimilación de inmigrantes y honrar la herencia de nuestra nación, construida sobre el Estado de Derecho”, aseguró Bush.
“Pero tenemos un problema, las leyes que regulan el sistema de inmigración no funcionan. El sistema está roto”.

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