Durante casi 200 años, esa lápida de cantera permaneció cubriendo el acceso a la cripta del más importante arquitecto del estilo neoclásico que tuvo México.
Hoy, la placa de la tumba del insgne celayense Francisco Eduardo Tresguerras, puede ser apreciada por todos en la sala 3 del Museo de Celaya, Historia Regional.
La placa de cantera fue recuperada en los trabajos de restauración que se hicieron a la capilla de Dolores, donde yacen los restos del celayense.
El historiador y coordinador del Museo de Celaya, Historia Regional, Rafael Soldara Luna, explicó que cuando se comenzaron los trabajos de levantamiento del azulejo de la capilla, los trabajadores notaron que la placa estaba incrustada en el suelo.
Se trata de una pieza de cantera rosada de unos cinco a 10 centímetros de grosor, cuya inscripción dice: ‘FRANCISCO E. TRESGUERRAS 1753-1833 R.I.P’.
“Cuando levantaron el piso, retiraron la placa y les pedí que la entregaran al museo para realizar trabajos de restauración y mantenimiento y exhibirla”, recordó Rafael Soldara.
En el piso de la capilla la lápida embonaba perfectamente con los azulejos que la rodeaban, pero el trozo que se sustrajo es sólo un fragmento de la placa que cubría el acceso a la cripta.
“Notamos que la placa de cantera embonaba perfecto, estaba como incrustada, pero también vimos que era sólo una parte porque alrededor tenía más azulejos y era una placa más grande la que cubría la entrada a la tumba subterránea de Tresguerras”, explicó el historiador.
La pieza que ya se puede apreciar en el museo, es la placa de cantera rosada con azulejos a su alrededor.
Se cree que esa lápida pudo haber pasado 178 años en el piso de la capilla de Dolores, pues los restos de Francisco Eduardo Tresguerras fueron depositados en esa tumba en 1835.
Según información del Museo de Celaya, Historia Regional, Francisco Eduardo Tresguerras nació en 1759 y murió en 1833.
Fue arquitecto, pintor, escultor, grabador, muralista, poeta y un funcionario público celayense que destacó por su autodidactismo y fecunda producción artística.
Ha sido considerado un ejemplo del humor satírico de su época y referencia en la transición del barroco al neoclasicismo en México, por sus obras que construyó por el Bajío y occidente del País, aunque principalmente en Querétaro, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y San Miguel de Allende.
Su obra maestra es el templo del Carmen (1807) en Celaya, pero también se le atribuyen obras como la pintura mural del Juicio Final en la capilla de Dolores, la decoración y adecuación para el culto religioso de la propia capilla, el puente sobre el río Laja conocido como puente de Tresguerras, la Columna de la Independencia, entre otras.

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