Su labor mediadora para el crecimiento de San Francisco: Las pavimentaciones y el mercado.
Además de brindar servicio y apoyo cristiano a cientos de familias, el padre Felipe fue un verdadero motivador de mejoras para San Francisco, pues en el tiempo en que era presidente el señor Elías Pérez, él promovió una de las primeras pavimentaciones en la localidad, buscando que la imagen de nuestra ciudad tuviera un cambio positivo.
Por ello colaboró en lo necesario para que iniciara la pavimentación en las calles Orozco y Venustiano Carranza, apoyando a las familias que no podían dar sus aportaciones, y convocaba a las personas más adineradas de la localidad, a que tomaran pala y pico, “yo les decía que si ellos lo hacían, muchos más también querrían colaborar.
Fue así que también promovió el cambio del mercado que se realizaba en la Zona Centro de nuestra ciudad, para que al final se reubicara al terreno en el que actualmente se encuentra, pues se consideraba poco funcional el existente, además de empezar a generar problemas dentro de la ciudad.
San Francisco, un pueblo al que ama y considera su segunda casa.
Cuando el padre Felipe es cuestionado sobre San Francisco del Rincón y la relación que tiene con su gente, él sonríe y emocionado contesta: “San Francisco es mi ciudad, mi pueblo, me identifico con ella y esta ciudad conmigo, siempre recorrí sus calles en mi bicicleta para llevar los servicios cristianos sin afán de lucro”.
Y en cada palabra y memoria, San Francisco del Rincón está en el pensamiento del padre, pues esta ciudad ha sido su segunda casa, y donde él asegura, quiere permanecer hasta el final de sus días.
Las Iluminaciones, una tradición a nuestra Virgen Inmaculada.
Fiel promotor del amor a la Inmaculada Concepción, el padre Felipe a lo largo de su estancia en San Francisco dio realce también a la bella tradición de Las Iluminaciones.
Recuerda que a su llegada muchas familias querían que desaparecieran estas tradiciones, que justamente ahora tienen más de 100 años de llevarse a cabo.
Pero él trató de volver a involucrar a los fieles en esta bella devoción a María Santísima, llevando su material de catequesis a las casas donde se efectuaba el altar, consiguiendo que día a día más personas solicitaran que sus calles fueran iluminadas y llegara la Inmaculada a darles su bendición, a través del rezo del santo rosario y de la santa misa, llegando a atender en ese tiempo toda la Zona Centro de la ciudad además de 14 rancherías.
Es así que desde ese tiempo y hasta nuestros días se cumplen en total 132 años de celebración ininterrumpida, tradición que en gran parte ha seguido adelante por el trabajo incansable del padre Felipe, a quien hemos visto día a día y noche a noche acudir durante la realización de estas festividades, que datan de 1881 con la institucionalización del padre Manuel de La Vega, seguidas por el padre José Ma. Juárez, y que a partir de 1966 tomó el padre Felipe Rodríguez como estandarte hasta la actualidad.
Desde ese entonces no sólo se realiza el rezo del santo rosario, sino que se oficia la santa misa en cada uno de los hogares que Nuestra Madre Santísima visita, cubriéndose la totalidad de las calles de la zona urbana y un gran número de colonias y comunidades.
Ahora también las Iluminaciones cuentan gracias a este sacerdote, con un patronato de apoyo para darle más difusión y fuerza a estas bellas tradiciones, el cual en este momento es dirigido por el señor Antonio Correa.
Actualmente no sólo se realizan Iluminaciones en las calles, pues la tradición ha llegado a las escuelas, con el fin de involucrar a las nuevas generaciones y que las Iluminaciones sigan formando parte de nuestra cultura y devoción.
El Instituto José Ma. Juárez, una escuela con más de 100 años.
No podemos dejar de mencionar uno de los mayores orgullos del padre Felipe, el Instituto José Ma. Juárez, una escuela que lleva desde sus cimientos la fuerza del catolicismo apoyada por el lema “Virtud y Ciencia”, que desde hace muchos años dejó como legado el padre Juárez a su querida alumna y hoy directora Martha Vera Calderón.
Y aunque es ella quien está a cargo de la actividad educativa, el padre Felipe siempre trabajó y colaboró en todo lo necesario para que las generaciones egresadas de este plantel llevaran consigo no sólo los conocimientos necesarios para la vida, sino los valores de todo buen cristiano.
Recordado sin duda por cientos de estudiantes, de generaciones y generaciones que han logrado egresar de este plantel educativo, podremos recordar a grandes profesionistas: licenciados, doctores, psicólogos, arquitectos, y por supuesto políticos de gran alcance, como nuestro actual gobernador Miguel Márquez Márquez, quien fue alumno de esta institución.
Uno de los sueños y aspiraciones más grandes del padre, es poder seguir dando fuerza a este plantel educativo, al legado del padre Juárez, para mantener el reconocimiento que tanto ha caracterizado al Instituto José Ma. Juárez a lo largo de más de 100 años.
Una oración para mantenerlo con fuerza y salud
Con el cansancio que dejan los años, pero con el corazón lleno de profundo amor a su vocación, el padre Felipe al cumplir sus 50 años de vida sacerdotal, sólo pide a su pueblo y a los fieles, una oración a Dios, una plegaria que le fortalezca, que lo llené de amor y sabiduría en este momento de su vida, que lo haga sentir apoyado, valorado y con entusiasmo para seguir cumpliendo con la encomienda divina que desea realizar hasta el final de sus días: “Servir a Dios y contar con la protección amorosa de María Santísima de la Inmaculada Concepción”.
Cambios de logística:
Por motivos de logística se cambia el horario de recibimiento del Arzobispo Alfonso Cortés Contreras, durante la celebración de los 50 años del padre Felipe, hoy sábado 20 de julio.
Contemplando su llegada a las 11 de la mañana en el templo de la Inmaculada Concepción y la misa de acción de gracias hasta las 12 del día en la parroquia de San Francisco de Asís.
Felipe Rodríguez: Gran hombre y Padre
El sacerdote da muestra a lo largo de los años de su entrega y dedicación que tiene hacia la gente de San Francisco.