Limpian viviendas en Rinconada de Los Fresnos

Después de las inundación que se suscitó en fraccionamiento Rinconada de los Fresnos, la mayoría de sus habitantes han regresado a la “normalidad”, a pesar de que según cuentan el temor por las lluvias y otro posible suceso está latente.
Por otra parte sobre la calle San Francisco se ve con temor los árboles que se encuentran ahí, porque son demasiado altos y con la inundación pueden perder soporte y caerse, lo que puede provocar que  afecte a las casas, “nos dijeron que iban a empezar a la 9 de mañana, para quitar los árboles, pero parece que no lo van a hacer”, relató una vecina.
Sobre las calles Santa Leticia, Santa Laura y Santo Domingo, donde los estragos fueron mayores, ahora se encuentran libres, la gente sale con su escoba y agua a barrer el fango desde el interior de sus domicilios, en lo que van contando lo que ya no sirve y lo que aún les queda.
Los sacos de arena siguen puestos en su lugar, en las entradas de las casas, “nada más las movemos para limpiar aún tenemos miedo”, relatan, aunque pasivo el fraccionamiento vuelve a tener ese aire de calma que se respiraba hasta el jueves pasado.
Tiendas de abarrotes, negocios y demás, han vuelto a abrir sus puertas, lo mismo el transporte urbano a cargo de la ruta 27 que realiza su recorrido normal.
Lo que se detecta es el incremento en los rondines de Policía Municipal, quienes con hasta tres patrullas circulan en Rinconada Los Fresnos “lo que se nos pidió fue que hiciéramos más recorridos, para proteger a la gente, de que no se les vayan a meter a su casa”, comentó un elemento de la corporación.
La recolección de basura (de manera privada) ha empezado a pasar, por lo que los colonos salen con bolsas para tirar los desechos de estos días, “al barrer la casa, lo que más sale es lodo, o bueno es que ya pasa el camión de la basura, pero aún no hemos visto que de lo que se mojó ya no sirve para sacarlo”, relata la señora María Luisa.
Todo en un parpadeo, fue lo que aconteció en el fraccionamiento, aún así la fortaleza de sus habitantes se ha puesto de manifiesto porque son ellos los que siguen limpiando las huellas que tanto los hizo sufrir el viernes pasado.