Cumplen los laguenses con la tradición de asistir a la Subida de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario, con recorrido de inicio ayer en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y como destino el templo del Calvario.
Como cada año, los habitantes de esta ciudad se dieron cita en las calles para ser testigos del paso de la imagen del Señor del Calvario, en su viaje de regreso a su templo en la parte alta de la ciudad.
Desde temprana hora la circulación a los vehículos fue restringida en algunos lugares, donde los ciudadanos prepararon sus altares, adornos y todo lo alusivo para vestir el camino del patrono de la ciudad, en lo que podría llamarse el preámbulo de las Fiestas de Agosto.
Este 21 de julio, en punto de las 6 de la tarde, comenzaron los contingentes a abrir el camino para que el patrono de la ciudad iniciara el regreso a su templo, con el repicar de las campanas de los templos de la ciudad, el retumbar de los tambores de los danzantes que brincaban al ritmo de las percusiones, la solemnidad de los miembros de la bandas de guerra y por supuesto las tradicionales canciones de las personas de la tercera edad que replican a coro las oraciones litúrgicas de enorme sentido religioso, sin faltar a esta cita los mariachis.
Como cada año, los charros, miembros de la tradición alteña, se hicieron presentes, montados en sus caballos que lucían soberanos, algunos cargando a sus ancas a las hermosas representantes de su historia y algunos más ya demostrando el gusto por esta fiesta, donde pequeños demuestran su poderío al montar a los enormes animales que caminaron acompañando a los contingentes.
La salida fue acompañada por cientos de devotos que llenaron los alrededores de la parroquia de La Asunción, donde por un extremo de la calle Hidalgo ya flanqueaban las ambulancias de los diferentes cuerpos de emergencias que cuidaron la seguridad de los asistentes, sin que se reportara al final alguna situación qué lamentar.
Pequeños y grandes, algunos pagando mandas y vestidos con túnicas de color morado, donde a su manera y de esta forma tradicional dan gracias por algún favor recibido de la imagen, misma que continuó su peregrinar hasta dar vuelta en la calle 5 de Mayo para llegar a Constituyentes, donde en todo el camino los cuetes, el mariachi y la banda no dejaron de hacer sentir su fervor, por respetar y sobre todo vivir la tradición que los confirma como laguenses, como lo es sin duda el celebrar a Nuestro Padre Jesús del Calvario.

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