La Sierra de Coalcomán, en Michoacán, que abarca el 0.1% del territorio nacional y el 0.45% de la población mexicana, tiene en alerta al País.
Cultivo de marihuana, fabricación de droga sintética, tráfico marítimo y terrestre, extorsiones, secuestros, cobros “de piso”, ejecuciones, ataques a fuerzas federales y el surgimiento de grupos de autodefensas confluyen en esa zona serrana.
La región es disputada por los grupos criminales de ‘Los Caballeros Templarios’ y el cártel Jalisco Nueva Generación, que está vinculado al cártel del Pacífico.
Los 12 municipios del estado que han concentrado la ola de violencia de las últimas semanas destacan por la producción de marihuana, amapola y de drogas sintéticas como el “crystal”.
Se trata de los municipios de Chinicuila, Coahuayana, Aquila, Coalcomán, Tepalcatepec, Aguililla, Buenavista, Apatzingán, Tumbiscatío, Arteaga, Lázaro Cárdenas y La Huacana.
Todos ellos están en la sierra de Coalcomán, tienen salida hacia el Océano Pacífico e influencia en los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
“Tenemos multitud de actores que utilizan la violencia para proteger a los cultivadores, para tratar de que no les roben, para evitar que lleguen otros a extorsionar.
“Si sólo hubiera un intermediario, los índices de violencia serían cero”, explicó Carlos Resa Nestares, académico de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en el tema del crimen organizado en México.
Jorge Chabat, investigador de asuntos de narcotráfico y seguridad del CIDE, aseguró que hay un problema histórico en Michoacán por la presencia de grupos criminales y la debilidad del Estado desde el sexenio de Vicente Fox.
“El problema en Michoacán ya no tiene que ver tanto con la droga, aunque sigue siendo un elemento importante. Ahora hay una lucha por territorio para ejercer labores criminales, sobre todo la extorsión de agricultores y comerciantes”, explicó.
En tanto, el presidente Enrique Peña aseguró ayer que el Gobierno de la República devolverá la paz y tranquilidad a los michoacanos.

La zona de Michoacán donde se han registrado ataques contra policías federales y en la que se han formado los autodenominados grupos de autodefensa es un importante bastión de las organizaciones criminales para la producción y elaboración de drogas.
Municipios michoacanos que han sido escenario de episodios de violencia en las últimas semanas destacan básicamente por la producción de marihuana, pero también por siembra de amapola y la elaboración -en laboratorios clandestinos- de drogas sintéticas a base de metanfetaminas como el llamado “crystal”.
Informes de la XII Región Militar y de las zonas militares 21 y 43, con sedes en Morelia y Apatzingán, han informado sobre decomisos así como de erradicación de extensas áreas de cultivos de marihuana, amapola y sobre el desmantelamiento de laboratorios en las regiones bajo su control.
Tan sólo en el primer semestre de 2012, la XII Región Militar informó que personal militar erradicó en la zona bajo su jurisdicción 4 mil 903 plantíos de marihuana con una extensión de 635 mil 824 hectáreas. En cuanto a la amapola, el Ejército reportó la eliminación de 216 plantíos en un área de 16 mil 43 hectáreas.
El reporte, dado a conocer en un comunicado del 7 de julio de 2012, da cuenta también del decomiso de mil 527 kilogramos de metanfetamina, del desmantelamiento de 87 laboratorios clandestinos y la incautación de 104.9 kilogramos de “crystal”.
Para Jorge Chabat, investigador del CIDE especializado en narcotráfico y seguridad, Michoacán hay un problema histórico de presencia de grupos criminales y debilidad del Estado.
“Cuando se crean ‘Los Zetas’, a principios de 2000, van a entrenar a sus miembros en Michoacán, entonces algunos de ellos forman ‘La Familia Michoacana’. Eso explicaría porqué han proliferado estos grupos que ejercen un control sobre el estado, suplantando al propio Gobierno en muchos aspectos”, dijo el investigador en entrevista telefónica.
“En Michoacán hay un modelo criminal diferente al de otras partes del País: ‘Los Caballeros Templarios’ sí han logrado cooptar el apoyo de ciertos sectores, el apoyo social, con un discurso con una mezcla de religión y autoayuda”, afirmó Chabat.
De acuerdo con especialista, en Michoacán hay comunidades donde la presencia del Estado es muy débil, donde no hay capacidad para proteger a la población de ataques y extorsiones, ni de controlar el territorio y eso ha provocado el fenómeno de la organización de grupos de autodefensa.
“Los grupos se consolidaron en torno a la producción y el tráfico de mariguana, pero en este momento ya están diversificados. El problema en Michoacán ya no tiene que ver tanto con la droga, aunque sigue siendo un elemento importante. Ahora hay una lucha por territorio para ejercer labores criminales, sobre todo la extorsión. ‘Los Caballeros Templarios’ se han dedicado mucho a la extorsión de agricultores y comerciantes”.
Para Chabat, la violencia reciente se debe a la presencia de la Policía Federal y el Ejército. “Están reaccionando para defender un territorio que consideran de ellos”.
Municipios como Aguililla, Coalcomán, Apatzingán y Tumbiscatío, donde han se han registrado enfrentamientos, ejecuciones y surgimiento de grupos de civiles armados están entre los 100 municipios del País con mayor densidad de cultivos de mariguana, de acuerdo con una investigación de Carlos Resa Nestares, un académico de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en el tema.
Entrevistado vía telefónica, Resa señaló que la violencia de los últimos meses en Michoacán puede deberse a la fragmentación de grupos pequeños bien armados.
“La violencia es porque hay muchos grupos, muy pequeños en Michoacán, relativamente bien armados y con broncas entre sí”, dijo el académico.
Javier Oliva, profesor en el Colegio de la Defensa Nacional, señaló que los hechos de violencia recientes dejan ver una capacidad de desafío contra el Estado mexicano que no se había manifestado en últimos años.
Para Oliva, un factor fundamental en la ingobernabilidad tiene que ver con el desempeño de las autoridades locales.
“Hay más coordinación entre las Fuerzas Armadas, pero el factor que sigue estando ausente de la ecuación son las autoridades municipales locales -precisó el especialista- cómo compartir información con ellas, adelantar operativos, recuperar información sobre lo que están haciendo los delincuentes, si es que la institución es disfuncional. Falta saber el nivel de compromiso de las autoridades locales, y la aptitud que puedan tener”.
“La coordinación entre fuerzas, y la estrategia de combate frontal, no está funcionando en Michoacán porque no ha funcionado el control político local, no hay autoridad, situación que no sucede en otros estados”, afirmó.

Molesta presencia de Ejército

Hipólito Mora, líder del grupo de autodefensa de La Ruana, Michoacán, aseguró que la violencia en la entidad obedece a que Los Caballeros Templarios están molestos por la presencia del Ejército y las Policías comunitarias.
“El problema es que Los Templarios están molestos porque hay presencia del Ejército y porque se han estado formando más y más grupos de autodefensa, entonces por eso están atacando a los federales”, dijo en entrevista para Radio Red.
“Yo estoy al 100% seguro de que fueron los Caballeros Templarios, porque no hay otro aquí en Michoacán, son ellos, pero quieren ocultar que son Los Caballeros Templarios. El Gobierno del Estado no nos da apoyo, no nos protege a nadie en Michoacán, nos tienen olvidados”.
Mora dijo estar a favor que el Ejército permanezca en la entidad. (A.R.)

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