El maquinista del tren Alvia siniestrado el miércoles Francisco José Garzón Amo, se negó a declarar ayer ante los inspectores de la Brigada Judicial de la Comisaría de Santiago de Compostela encargados de las investigaciones del siniestro, según fuentes policiales.
Éstas ya preveían que el conductor del convoy adoptara esta actitud basándose en sus derechos. El funeral por las víctimas será el lunes en la catedral de Santiago.
Garzón, herido leve en el siniestro, se encuentra detenido en un hospital de Compostela por la Policía y previsiblemente continuará en esta situación hasta pasar a disposición judicial una vez transcurridas las 72 horas previstas por la legislación.
La Policía le imputa un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte, un tipo delictivo que está recogido en el artículo 142 del Código Penal de 1995, que contempla hasta cuatro años de prisión y la inhabilitación profesional entre tres a seis años.
A la espera de lo que Garzón pueda explicar cuando pase a disposición judicial, el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, aseguró que el maquinista tenía que haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona donde se produjo el accidente.
En una entrevista con la agencia EFE, Ferre apuntó que “cuatro kilómetros antes del lugar donde se produjo el accidente (el maquinista) ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad, porque a la salida del túnel tiene que ir a 80 (kilómetros) por hora”.
Ferre defendió que funcionaron todos los sistemas de seguridad y que, en cualquier caso, el maquinista tenía una hoja de ruta con todas las indicaciones porque “esa es la función del maquinista dentro del tren”, es decir, “controlar la velocidad”, porque “si no, sería un pasajero”.
La detención del maquinista es policial y no a requerimiento del juez instructor del caso, que ordenó que la Policía le tomara declaración como imputado. Su declaración, se producirá cuando los médicos lo autoricen.
A partir de ese momento, empiezan a contar las 72 horas de plazo máximo para su puesta a disposición judicial, que puede producirse en el mismo hospital.
Por otra parte, las autoridades redujeron la cifra de muertos de 80 a 78 ayer después de que médicos forenses siguen trabajando en la identificación de restos humanos en una morgue improvisada de Santiago de Compostela.

Van por cuerpo de mexicana

Familiares de Yolanda Delfín Ortega, quien falleció en el accidente, llegaron ayer a España para realizar los trámites de repatriación de sus restos.
La Embajada de México en España informó que el embajador, Francisco Javier Ramírez Acuña y la cónsul, Guadalupe Sánchez, recibieron en el aeropuerto de Madrid-Barajas a los familiares de la joven de 22 años de edad, originaria de Veracruz.
Indicó que los familiares fueron trasladados a Santiago de Compostela, donde serán atendidos por el cónsul honorario de México en La Coruña, Antonio Fontenla, y por el cónsul alterno, Álvaro Castro.

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