“Cuando se tiene salud, deseos y amor por lo que se hace la edad no es obstáculo para hacer lo que a uno le gusta, mantenerse activos y principalmente transmitir conocimientos a quienes desean aprender el arte marcial”, externó Rodolfo Márquez Guerra, pionero de las artes marciales en esta ciudad.
Con 69 años de edad, grado de cinturón negro en el estilo Kempo y 5to. Dan en Lima Lama, hace años Rodolfo Márquez dejó de impartir clases en su escuela, su tiempo lo dedicó a instruir personal de seguridad y entrenamientos privados.
Ahora por amistad comparte sus conocimientos con amigos e hijos de sus amigos a quienes enseña técnicas de defensa y ataque, pero sobre todo a conducirse con humildad y respeto hacia sus semejantes, pues sus conocimientos solamente deben aplicarse cuando está en riesgo su vida o la de los suyos.
Su pasión por este deporte que forma parte de su vida lo llevó a instalar un modesto gimnasio en su propio domicilio donde los días martes y jueves un grupo de jóvenes y personas adultas, entre ellos señoritas y amas de casa, acuden a ejercitarse y a aprender defensa personal.
No acuden a competencias, sus enseñanzas van encaminadas a la defensa personal, que hoy por la violencia que se vive en el país es necesaria.
De su legado a la juventud consideró que “es un ejemplo cuando uno aprecia lo que es un deporte, no importan los sacrificios ni las exigencias porque más que nada es una formación, yo lo he visto con mis hijos, todos mis alumnos, algunos los tuve muy chiquitos, ahora ya son adultos y veo que todos ellos son personas de bien, profesionistas, gente que ha hecho su vida, casados, son excelentes padres de familia y eso es una satisfacción muy grande para uno como profesor”, destacó.
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Hace años que Rodolfo Márquez dejó de impartir clases en su escuela, su tiempo lo dedicó a instruir personal de seguridad y entrenamientos privados.