Los brasileños aprovecharon tener encima los ojos del mundo para protestar en contra de su Gobierno con marchas masivas, que, a diferencia de México, son eventos raros allá.
Al final, la Selección de Brasil se llevó la Copa y el pueblo también una victoria al lograr colocar muchas de sus propuestas en los temas de la agenda nacional y echar para atrás algunas medidas a las que se oponían. Mientras en el terreno político se resuelven estas disputas, las ciudades sedes de estas marchas, como São Paulo, retoman su vertiginoso ritmo.
Esta ciudad, al ser una escala aérea que conecta a todo el país y gran parte de Sudamérica y el mayor destino de negocios del país -concentra más de 90 mil eventos al año entre ferias, congresos y convenciones- no puede darse el lujo de detenerse un segundo más, y tampoco sus visitantes, quienes al viajar por negocios deben ingeniárselas para conocer lo más posible en poco tiempo. Es vivir São Paulo contrarreloj.
En esta megalópolis resalta la amplia oferta cultural y gastronómica. La primera puede saciarse observando desde interesantes graffitis callejeros hasta arte moderno y contemporáneo brasileño en la Pinacoteca y el Museo de Arte de São Paulo. La segunda alternativa se colma tanto con los exquisitos jugos frutales que se venden en los mercados, como con la alta cocina del D.O.M. -del chef Alex Atala- considerado el sexto mejor restaurante del planeta y el segundo de América, según la reciente lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo publicada por la revista británica Restaurant.
Si en los planes de trabajo hay una escala en esta urbe próximamente, aquí, un itinerario veloz para que no quedarse sólo con la imagen de un lobby de hotel y un gran centro de convenciones.
En el tiempo libre
Un día en São Paulo puede comenzar atinadamente tomando un vasto desayuno en el Mercado Municipal, en pleno Centro de la ciudad. Un desfile de frutas provocan a lugareños y visitantes: sandías, piñas gigantes, maracuyá, carambola, azaí (con forma de uva y muy dulce). Nadie se resiste a un típico y brutal sándwich que abraza a 250 gramos de mortadela y unas cuantas rebanadas de queso. Muchos lo piden, pocos se lo pueden terminar.
El mercado, ubicado dentro de un bello edificio inaugurado en 1933, con altos techos y vitrales que colorean de azul y púrpura la luz que los atraviesa, ofrece productos nacionales e internacionales (mayormente de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay). Además, en el segundo piso hay restaurantes en donde los turistas aprovechan para beber vino tinto y comer picanha, el corte de carne más popular del país.
Como el plan es aprovechar el día, no queda tiempo para la sobremesa (en portugués, así se le dice al postre); hay que encaminarse al Museu da Lingua Portuguesa, a tan sólo un kilómetro y medio del mercado. El recinto está al interior de la Estação da Luz, una emblemática estación de tren que data de 1901, aunque remodelada tras un incendio que casi la devastó en los años 40’s.
El museo no cuenta con mucha información en otros idiomas, pero un hispanoparlante con los sentidos muy abiertos podrá comprender gran parte del acervo y aprender mucho de esta lengua, similar al español. En las distintas salas se muestra la evolución e historia de la lengua a través de fotografías, cartas antiguas y exhibiciones interactivas.
Frente a este museo aguarda la Pinacoteca del Estado de São Paulo, dentro del complejo del Jardim da Luz, un gran parque público. Aquí se exponen más de 6 mil obras de arte principalmente brasileño de los siglos XIX y XX: pinturas, esculturas, grabados y objetos decorativos, además de exhibiciones temporales internacionales que varían a lo largo del año.
Cambio de rumbo
Hay que tomar un taxi para llegar a la Avenida Paulista, el centro financiero de la ciudad; en esta zona al sur de la ciudad se encuentran las tiendas de diseñadores y los restaurantes más modernos, así como el Museo de Arte de São Paulo (MASP), diseñado en 1947 por la arquitecta modernista italo-brasileña Lina Bo Bardi, y que se precia de tener el acervo más caro de Sudamérica. Incluso, ha sido blanco de varios robos; en uno de ellos, en 2007, los ladrones se llevaron dos pinturas, una de Portinari y la otra de Picasso, valuadas en 120 millones de reales (alrededor de 700 millones de pesos), pero fueron recuperadas dos semanas después.
Sin embargo, antes de entrar al MASP (la taquilla cierra a las 5:30 de la tarde), es recomendable visitar Spot, a tres cuadras sobre la avenida Rocha Azevedo (perpendicular a Paulista). A más tardar a la una de la tarde, se degustar aquí comida internacional con un toque brasileño. Destacan el arroz salvaje con almejas y pastas con camarones o farofa, una harina típica de Brasil, hecha con mandioca, planta de la cual se aprovechan hojas y raíz.
Ya para cerrar la tarde y el extenuante recorrido, la opción es tomar otro taxi a Vila Madalena. En este barrio existen todo tipo de locales. Se puede comenzar en el Bar de Ontem bebiendo una chope (cerveza de barril) mientras suenan guitarras en vivo y cantantes de bossa nova y samba; seguir en Puxadinho probando cachaça (destilado brasileño) y caipirinhas (bebida alcohólica con limón y azúcar) al tiempo que se agita la cabeza con rock y punk brasileño; y terminar en Salve Jorge degustando una cena tardía de tradicional feijoada (estofado de frijoles, res y cerdo).
Un día basta para comprobar que São Paulo es movimiento, arte, música y gastronomía, todo se sirve en altas dosis y siempre hay millones de almas para compartir algún instante memorable.
Seguridad
Aunque São Paulo en general se siente como una ciudad segura, no está de más seguir las recomendaciones que brinda la Comisaría Especializada al Turista a través de la página del Gobierno local, las cuales se enfocan en evitar hurtos, el delito más recurrente hacia turistas.
Se hace énfasis principalmente en vigilar las pertenencias, principalmente en zonas concurridas y con mucho movimiento, como aeropuertos, centros comerciales y parques públicos. Al viajar en auto, taxi o transporte público deben manejarse con discreción gadgets y dinero, llevar las maletas y bolsos en la cajuela e ir siempre con las ventanas cerradas, sobre todo en tránsito lento.
En caso de emergencia puede contactarse a la Policía desde cualquier teléfono público al número 197 y mantenerse informado de lo que sucede en la ciudad en www.cidadedesaopaulo.com/sp/
Guía práctica
CÓMO LLEGAR
Aeroméxico tiene vuelos directos a São Paulo. Además, la ciudad es casi escala obligada para cualquier destino de Brasil y muchos de Sudamérica.
CUÁNDO IR
La temperatura media en São Paulo a lo largo del año marca alrededor de 20 grados centígrados; enero y febrero son moderadamente más cálidos, y en Invierno -hacia julio- se mantiene templado, con temperaturas mínimas de 16 grados.
QUÉ HACER
El Parque Ibirapuera, diseñado por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer, es un buen lugar para pasar una tarde, ya sea admirando una exposición u obra de teatro en algún auditorio, o para pasear en bicicleta o caminando.
MÁS INFORMACIÓN
www.visitbrasil.com
www.turismo.gov.br